El Gallego de Boedo
El 17 de abril de 1961 nace en Buenos Aires, en el barrio de Parque Chacabuco, Ruben Darío Insúa, uno de los jugadores más queridos por la hinchada de San Lorenzo de Almagro.
Insúa debutó en la Primera División, a los 17 años, en el transcurso del Torneo Nacional de 1978, un 10 de diciembre, cuando San Lorenzo visitaba al equipo de San Martin de Mendoza y jugo su último partido el 20 de abril de 1985 cuando se enfrentaba a Huracán, en Parque Patricios.
Durante ese tiempo defendió los colores azulgranas en 196 oportunidades y convirtió 35 goles.
En su carrera como jugador en el club de Boedo se distingue la curiosidad de haber estado presente en los partidos jugados en:
El Gasómetro, aquel triste 2 de diciembre de 1979, día en que se jugo el ultimo encuentro en Avenida La Plata.
Cancha de Ferro, el 15 de agosto de 1981, cuando se perdió 1 a 0 con Argentinos Juniors y se descendió a la Primera División B.
Cancha de Velez, aquel 6 de noviembre de 1982, cuando se venció a El Porvenir 1 a 0 sellando este resultado el regreso a la mayor división del futbol argentino, todos recordaran el penal convertido por él y su carrera desenfrenada para festejar con esa fiel, maravillosa y “gloriosa” hinchada que acompaño en todo momento.
En su breve paso como director técnico de San Lorenzo de Almagro obtuvo, en el año 2002, la primera edición de la Copa Sudamericana, segundo Torneo Internacional de la institución logrado en el presente siglo.
Seguramente existirán varios argumentos que demuestren la identificación, el cariño y respeto que Ruben Insúa siente por San Lorenzo, sin embargo, hay decisiones o actitudes que las personas toman en la vida que las describen tal cual son y, como se acostumbra decir, un hecho vale mas que mil palabras. Cuando el equipo descendió, dirigentes del Barcelona de España pretendieron contratarlo, como jugador comunitario por sus orígenes gallegos, para jugar al lado de Maradona y Schuster, pero se negó porque solo le interesaba afianzarse en San Lorenzo y volver con el equipo a Primera División. Ante su negativa los directivos catalanes, para entusiasmarlo, le hablaron de la gran posibilidad que se le presentaba de jugar en un equipo grande a lo que el gallego les contesto, simplemente, señores ya juego en un equipo grande.
Otra actitud para destacar es la que adoptó cuando jugaba en Independiente, en momentos en que el club de Avellaneda hizo asociar a todos sus jugadores, él fue el único que se negó declarando que era hincha y socio de San Lorenzo.
En tiempos en que los jugadores sólo juegan por el dinero y tienen actitudes mezquinas, por no usar otro término que los pueda ofender o afectar sicológicamente incidiendo en su rendimiento futbolistico, es cuando más se valoran aquellos “hombres” que dejaron todo por San Lorenzo de Almagro y a ese maravilloso listado pertenece, sin duda alguna, Rubén Darío Insúa.
Nota: Gentileza de "El Cuervo" - Un Sentimiento Inexplicable - Cada día, un recuerdo.