Un partido de novela

Los Cuervos, por lo general nacimos para sufrir, y para poder lograr algunos objetivos y triunfos, se los logra de la manera más difícil, compleja y sobre todo con mucho sufrimiento. Y no puede ser la excepción para el basquet, que este año intenta lograr un nuevo rumbo que hacía 28 años no vivía.

El equipo de basquet, que juega el Torneo Federal, salió desde la Ciudad Deportiva el día jueves 14 de noviembre a las 14:00 hs, para jugar de visitante en la ciudad de Junín, contra el Club San Martín a las 21:30 hs. y regresó el día viernes 15 a las 17:00. en un día histórico y especial de nuestra institución de la Vuelta a Boedo, festejando el cumpleaños de uno de sus jugadores y un triunfo de película. Todo lo que sucedió fue casi como una novela y se vivieron todas estas situaciones.

San Lorenzo salió con 2 jugadores titulares que sabían que no iban a jugar por estar lesionados, y el equipo ya corría con desventaja. Venía de dos derrotas consecutivas y San Martín de Junín con un triunfo muy importante de local, sacándole el invicto al puntero del torneo Estudiantes de Olavarría.

El equipo merienda en Chacabuco, bajo unos árboles, llega a la ciudad de Junín, sale a caminar y estirar las piernas, se cambia, entra en calor y comienza el juego.

2130 hs Comienza el partido. De entrada, San Lorenzo arranca muy concentrado, muy metido en el objetivo, saca una diferencia y desconcierta al local, que entra un poco relajado, subestimando al equipo que poseía dos bajas.

Finaliza el primer tiempo, con un punto abajo y los equipos se van a los vestuarios, comenzando desde acá, una historia increíble.

A las 22:20 hs. se larga una gran tormenta y se corta la luz en casi toda la ciudad de Junín.

Se esperan 20 minutos, y comienza a pasar el tiempo, mientras se realizan llamadas a la organización del Torneo Federal, porque el Comisionado Técnico no tomaba ninguna decisión al respecto y parecía hasta desconocer el Reglamento.

La lluvia no para y se inunda el sector del banco de suplentes, correspondiente a San Lorenzo y todo el pasillo que da a la escalera de acceso a los vestuarios.

En medio de la oscuridad, un dirigente local, aparta al comisionado técnico y le dice que el agua que está entrando a la cancha, se debía a que habían dejado las ventanas abiertas para que entre aire al gimnasio, debido al calor que hacía en el mismo. Otro dirigente de San Lorenzo, se da cuenta de que ese era un argumento para evitar algún informe posterior ó la suspensión del partido e increpa a esta persona (viendo que lo que decía no era verdad), para que cierre esas supuestas ventanas abiertas y se arma una gran discusión, con empujones y aprietes. La gente los separa y ya el ánimo quedaba caliente.

El comisionado continuaba sin tomar decisiones y a la espera a oscuras, se le iban acumulando minutos, nervios, cansancio e incertidumbre.

Surge un pedido de continuar jugando el partido en la cancha auxiliar de San Martín y los dirigentes locales explican que eso es imposible, esa cancha es la del Club Argentino, (equipo de Liga A) que no se puede abrir, porque sus dirigentes no estaban en la ciudad, ya que estaban acompañando a su equipo porque estaba jugando un torneo fuera de la misma (cosa que era cierto) y nadie podía tomar decisiones.

Seguía pasando el tiempo, y entre idas y vueltas, lluvia de por medio, a las 2335 hs., después de lograr ubicar a alguien que pudiera abrir las puertas de la cancha alternativa, se decide trasladar todo al club Argentino para finalizar el encuentro.

El equipo de San Lorenzo, toma sus pertenencias y sube al micro para trasladarse a ese nuevo escenario, pero, increíblemente, con el micro por arrancar, ¡vuelve la luz!

Los equipos y el público regresan a la cancha y con la luz a full, aparecen a la vista goteras en casi toda la cancha, que no provenían de esa supuestas ventanas abiertas, sino de los agujeros de casi todo el techo.

Aquí comienza otra situación particular, en donde aparecen más de 10 personas, con trapos, sábanas, manteles y secadores, para limpiar y secar el campo de juego, sin dejar que nadie ingrese al campo, para no seguir mojando el parquet. El despliegue era increíble.

Pero la nota cómica, la dio un señor trayendo un colchón al hombro (quien sabe de donde), que lo colocó en el ingreso al perímetro de juego, para que los jugadores, cuerpos técnicos y árbitros, secaran sus calzados antes de ingresar y allí quedó por un largo rato.

A las 0000 hs. se reinicia el segundo tiempo y el trámite del partido sigue parejo, pero con el condimento que en cada minuto, en cada situación posible, ingresan al campo de juego y salen rapidísimo, varias personas a secar las goteras que no paraban de mojar el parquet, porque no paraba tampoco de llover.

Disculpen lo extenso de este relato, pero falta mucho aún para finalizar esta novela con final feliz.

Volvemos al partido y a falta de 07 min para finalizar el encuentro, se larga otro fuerte chaparrón y se vuelve a mojar más aún el parquet, por lo cual a las 0025 hs. los árbitros vuelven a detener el encuentro.

Nuevamente los más de 10 colaboradores, ingresan a secar el piso, tratando de buscar una solución y después de lograr su cometido, se reinicia el juego a las 0040 hs., que seguía muy parejo.

Qué más podía pasar? A las 0050 hs. y a falta de 3 min 25 seg, con el partido arriba San Martín por un tanto, se corta una fase de luz del gimnasio, el cual queda en penumbras. Y aquí lo cómico, fue que los árbitros se acercaron a los equipos diciendo que se seguiría jugando, si ambos estaban de acuerdo. Pero la respuesta fue un NO rotundo. Nadie quería dar ventajas en un partido palo a palo.

¿Qué pudo haber sucedido? ¡Otra vez a esperar! Y se venía la madrugada. A la 0105 hs. vuelve la luz y ya el público era muy poco el que quedaba despierto. A la 1.10 hs. recontra reinicia el juego y a falta de 2 min 57 seg con el tanteador 65 a 64 a favor del equipo local, se corta nuevamente la luz de todo el gimnasio, sin ya saber que podría volver a suceder. Cosa de Locos diría un DT cuervo de futbol.

El comisionado técnico fuma, habla a Buenos Aires y después de varios llamados, recibe la orden de que el partido no se debía suspender, y que sea como sea, se deberían buscar las alternativas posibles para que finalice. Con esta contestación, se da la orden a los equipos de esperar a oscuras, hasta las 0215 hs como horario límite. De lo contrario, el partido debía continuar en la mañana del viernes 15, en horario puesto de común acuerdo entre los equipos, pero justamente un día Histórico para San Lorenzo, que tal vez esté marcando un indicio de ilusiones.

En esos momentos en que ambos equipos esperaban a oscuras y la gente que quedaba en el lugar, no se movía de sus lugares, porque además de la oscuridad, no se podía salir del estadio por la fuerte lluvia, aparece una linda nota de color:

Todo el plantel azulgrana, comienza a cantarle a uno de sus jugadores el cumpleaños feliz, porque pasadas las 12 era su día de cumpleaños, pero a ese cántico, dejaron helados a todos los presentes, cantando durante 15 minutos las canciones de la cancha:

Vengo del Barrio de Boedooooooooooooooo……. Barrio de………….

Fumada está tu hinchada y delira …………………………

Nos fuimos al descenso, nos vendieron la cancha ……………………..

Ante la sorpresa de la parcialidad local, que iluminando con celulares, veía como el plantel cantaba, hacía pogo, y el extranjero nacionalizado bailaba en el medio, por no saber las letras de las canciones, sumándose a la energía positiva del grupo y el deseo de ganar.

Bueno, llegaron las 0215 hs de la madrugada y se decide dar por finalizado este largo, oscuro, duro y mojado día, pero con la novedad que el lugar que había conseguido el club local para que el plantel de San Lorenzo descanse, era un albergue (cosa que no está permitida por reglamento). Cabe destacar que en situaciones así, los gastos de comida y alojamiento, corren por cuenta del local.

Ante esta mala noticia, la dirigencia cuerva, logra imponerse para que el equipo se traslade a un hotel y pueda descansar lo mínimo y necesario para retomar el juego a las 1100 hs del mismo día.

Por lo cual, luego de cenar en la esquina del club, iluminados por las luces de un auto, desde la calle y con velas en las mesas, se reviven entre el plantel, todas las anécdotas vividas y siendo las 0245 hs, vuelve la luz y se marcha en micro hacia el hotel a descansar.

Descansar fue un decir, porque a las 0900 hs de la mañana, en el desayuno, las anécdotas y risas fueron al escucharse los comentarios de cada pieza que relataba, con lujos de detalles como dormía cada uno, ó más bien como no podían dormir algunos, entre ronquidos, otro que paseaba caminando por que no podía dormir, otro que salía de su pieza y miraba si en las otras dormían, otro que al dormir castañeaba tan fuerte sus dientes que era imposible no escucharlo etc etc.

Para todo esto el micro, siendo las 1000 hs tenía a todo el plantel dispuesto a salir a la cancha y antes de arrancar ven que una persona del cuerpo técnico no estaba y era uno de los que no había podido dormir en casi toda la noche. Casi se lo olvidan en el hotel y la mañana ya pintaba como complicada.

El equipo llega al club y le informan que la policía no iba a estar presente y que debido a eso, el partido debía jugarse a puertas cerradas, cosa que para San Lorenzo, era un poroto a favor, ya que con lo cerrado que estaba el juego y con el poco tiempo que restaba, era una inyección de ánimo.

A las 1015 hs el equipo ingresa al campo de juego, elonga, entra en calor y comienza a lanzar al aro. Y acá sucede algo increíble. Siendo casi las 1100 hs, los árbitros dan los 3 minutos correspondientes para el inicio y los equipos se acercan al cuerpo técnico, para las últimas indicaciones, y justamente que esto sucede, una persona del equipo local, sube el aro en el que estaba entrando en calor el equipo visitante y en donde debía finalizar lanzando al aro el resto del juego.

¿Cómo puede ser que suceda esto? Pasaron por encima del comisionado técnico, que es la persona autorizada para llevar acabo esta medición de los aros, media hora antes de la entrada en calor de los equipos. Por tal motivo la dirigencia de San Lorenzo, nuevamente debió entrar en acción, reclamando 20 minutos más de entrada en calor como lo establece el reglamento, ya que no se puede tocar los aros a esa altura del partido. Y lo extraño fue que todo el cuerpo técnico local, puso el grito en el cielo, protestaba y hasta insultaba a la dirigencia cuerva que lo único que hacía era defender el reglamento, no dejarse pasar por tontos y ser justos después de todas las cosas que habían sucedido hasta acá.

Parecía una historia similar a lo que se había vivido ayer, pero esta vez con luz, porque el partido que debía comenzar a las 1100 hs comenzó a las 1120 hs. El final de esos 2 min 57 seg no podía ser de otra manera: Finalizó 67 a 67 y fue a suplementario. ¿Sufrimiento? ¡NOOOOO, UN PARTO!

Comienza el suplementario y como decíamos al principio, San Lorenzo está destinado a sufrir para lograr objetivos importantes y esto es una muestra de esto que todos coincidimos y dijimos alguna vez.

Ganando 74 a 70, y a falta de 1 min 20 seg, San Lorenzo festejaba y se lo notaba más ambicioso, pero rápidamente San Martín lo empata. Y para que uno pueda sentir los mismos nervios que se vivieron en la cancha, cabe destacar que el cierre del juego fue un triunfo de San Lorenzo por 77 a 76, pero errando 4 tiros libres en los últimos 40 seg. y con el cierre para el equipo local, que a falta de 1 seg. su goleador, lanzó sólo y cómodo al aro, pero lo erró y la chicharra de finalización de juego, logró que todo el plantel de San Lorenzo termine cantando y fundidos en un enorme abrazo.

Festejos cuervos, alegrías, insultos de algunos locales, y sonrisas a pleno, fueron los últimos momentos a las 1200 hs del viernes 15N, cuando finalizó por fin este partido. Y como esto no podía finalizar así, sin ningún otro condimento nuevo, el equipo después de tanta calentura y nervios, terminó dándose una ducha de agua fría, porque, agua caliente en los vestuarios NO HABÍA.

Terminó esta novela, de un partido interminable, y siendo las 1400 hs el equipo de basquet se vuelve feliz, cantando en el micro, comiendo unas hamburguesas preparadas por los dirigentes locales, y jugando al truco entre las butacas del micro, porque esta vez, San Lorenzo tuvo que jugarse todas las cartas para traer esta triunfo tan importante.