Los méritos más allá de la billetera
Julián Mozo, conductor de la Liga Debate, recorre la rica historia de San Lorenzo en el básquet y desglosa, con testimonios de protagonistas, los fundamentos de esta irrupción. Otro gran artículo para compartir.
Para Jorge Bergoglio era costumbre caminar por el predio del Viejo Gasómetro en la década del 40 y dirigirse a algunos de los gimnasios para ver su padre Mario despuntar el vicio con la pelota naranja. El Papa Francisco recuerda vívidamente aquellos momentos cerca de Inclán y Avenida La Plata y por eso más de 70 años después, desde el Vaticano, recibe con felicidad la noticia de que su amado San Lorenzo ha recuperado definitivamente el básquet, el deporte que fue históricamente el segundo más importante entre los Cuervos. En apenas tres años, el club recuperó la tradición y logró algo impensado: pasar del Pre Federal (4ª división) a ser finalista de la Liga Nacional.
El básquet de CASLA, desde su llegada en 1930, fue animador de los Metropolitanos hasta mediados de la década del 70. Sumó 29 títulos en la era amateur y fue considerado el mejor club argentino, ganándose el apodo de La Catedral del Básquet. Hizo giras por Estados Unidos y Europa, además de lograr un subcampeonato sudamericano. Ese camino le permitió ser uno de los fundadores de la Liga Nacional, en 1984. De hecho, participó del partido inaugural en Obras. Steve Stanford, su extranjero, es uno de los tres protagonistas de la foto más emblemática de la historia, la del salto inicial junto al creador, León Najnudel. Lamentablemente, esa participación coincidió con el peor momento del club porque ese año, por caso, Carrefour se adueñó del predio de Avenida La Plata y empezó a construir dentro de los terrenos que hoy, por la Ley de Restitución Histórica y un acuerdo económico con la empresa francesa, volvieron a pertenecer en su mayoría a San Lorenzo.
"El club quedó en ruinas, el básquet descendió y todo terminó con la desaparición de todas las categorías durante seis años, del 87 al 93. Luego, de a poco, se fue recuperando y cuando llegaron Lammens y Tinelli escucharon el pedido de mucha gente: reposicionar al básquet del club y terminar lo que había quedado inconcluso con aquella primera mala participación en la Liga", cuenta Román Perroni, cuyo padre fue figura en los 60 y quien se encargó de formar una subcomisión en 2011 cuando el básquet iba nuevamente camino a desaparecer. No estuvo solo. Alejandro Maccio lo acompañó y ellos, con el vice 2º Roberto Alvarez, fueron pilares en lo que empezó a apoyarse la nueva gestión. En 2012 se convocó a Carlos Prunes –agente top de jugadores y fana del club- y Alejandro Cassettai –ex jugador/hincha con experiencia y contactos-. Ellos fueron el nexo con el ámbito del básquet nacional y los encargados de armar el equipo para volver a los planos nacionales.
En 2013, el club llegó al cuadrangular final del Pre Federal. A esa altura, una parte de los hinchas se habían vuelto a identificar con el básquet y la cancha de Pedro Echagüe fue desbordada. El club, en ese momento, ya mostraba un compromiso total con el básquet. Lammens estuvo en la cancha –como casi siempre en partidos importantes en estos 3 años- y el poder económico hizo su aparición. El equipo contó con un refuerzo de lujo, Diego Romero, quien en ese momento era jugador valioso en la A. El triunfo en aquel mini torneo le dio el pasaje a la 3ª división y encendió aún más la pasión en el club. La eliminación en playoffs del Federal no detuvo la misión porque surgió la chance de comprar plaza de TNA y nadie lo dudó. La primera experiencia en la 2ª fue buena, con llegada a postemporada, más gente en las canchas y mayor difusión y notoriedad a nivel nacional. Eso convenció a todos de que era necesario buscar una chance en la A. Las ganas de vender de 9 de Julio de Río III, justamente el equipo que ascendió tras haberlo eliminado antes, permitió la alianza y el desembarco nuevamente en la Liga.
Un regreso que tuvo dos objetivos. El primero fue que el básquet, nuevamente insignia del club, fuera el primer deporte federado en el soñado regreso a Boedo. Por eso se comenzó a construir en tiempo récord el Poli para 2.000 personas (Tinelli, aseguran, puso 9 millones de peso de su bolsillo) que ya está listo para usar, incluso para esta final (Tinelli y Lammens tuvieron decenas de charlas para lograrlo en estos días). Esa veta romántica es quizá la más importante para esta enorme movida. La otra, obviamente, tratándose de un club futbolero, era ganar. Y por eso el club (y Tinelli) no escatimó billetera.
De entrada fue a buscar a Julio Lamas, coach consagrado e hincha del club. "Me atrajo el desafío de ser parte de un emprendimiento nuevo, por la motivación de compartir un proyecto con los dirigentes de San Lorenzo y por el sentido romántico de dirigir al club del que soy hincha", cuenta el ex DT de la Selección. Luego se apostó fuerte a jugadores de jerarquía que ya habían ganado como Herrmann, Mata y Aguirre, y los rodeó con jugadores de rol y extranjeros de nombre (costó dar con la tecla). "San Lorenzo deseaba pelear arriba desde primer año. Para eso tuvimos que ir a buscar jugadores con el oficio que un club novato no tiene", resalta Lamas. "Julio fue clave por su experiencia en clubes grandes de fútbol como Boca y Real Madrid. Su manejo de situaciones por fuera de lo técnico fue clave para encauzar la historia cuando no iba bien", rescata Prunes.
Los responsables cuervos se molestan cuando, desde otros clubes, lanzan la crítica de que todo se hizo por la billetera. Se habla de que San Lorenzo tuvo esta temporada un presupuesto cercano a los 30 millones de pesos, una parte bancada por el club y otra por el propio Marcelo. Es mucho, sí, pero nada diferente a los de otras instituciones que rondaron (o pasaron) esa cifra. A eso apunta Prunes cuando hace su descargo. "Mirá que los dos principales presupuestos de la temporada lo están mirando por TV desde hace semanas", chicanea. Y Lamas asiente. "San Lorenzo tiene la misma billetera que Boca, Quimsa, Olímpico, Comodoro, Formosa, Peñarol y los equipos de Corrientes", dice el DT.
"Nos enrostran que compramos plazas, pero ¿desde cuándo es ilegal? Entiendo la envidia, pero creo que a todos les conviene que esté San Lorenzo en la Liga", agrega, picante, un alto directivo. Para él todo se apoya en la pasión, pero luego acepta enumerar los méritos detrás de este éxito. "Elegimos un cuerpo técnico de elite, convencimos a grandes jugadores, llenamos las canchas y ganamos con legitimidad. Además, internamente, reestructuramos el básquet del club, fundamos escuelita y mejoramos inferiores. Y, por si fuera poco, construimos un gimnasio para entrenamiento debajo de la plata sur y el Poli en Boedo. ¿Cuántos clubes lo hicieron? Creo que algo de valor tiene, ¿no?", cierra.
Perroni va más allá y asegura que se trata de una apuesta a largo plazo. "Es cierto que los resultados grandes llegaron antes que el desarrollo o la organización interna. Pero que no tengan dudas de que el proyecto seguirá. Hay mucho que hacer, formar cuadros de trabajo, pero San Lorenzo vino para quedarse. Y en Boedo, obviamente". Ahora, por lo pronto, los Cuervos van a disfrutar de una final. En la sala han cantado bingo.
Por Julián Mozo
En Twitter @JulianMozo. Trabajó 18 años en el Diario Olé, cubre la Liga desde 1996 y hoy es conductor de La Liga Debate, además de comentarista de la NBA en DEPORTV. Cubrió 3 Mundiales de básquet, cinco finales NBA y un Juego Olímpico, entre otros torneos y competencias.