Con mayoría de pibes del club

La necesidad imperiosa de reducir el presupuesto le abrió puertas a varios juveniles surgidos de la cantera azulgrana para que de a poco vayan sumando minutos y fogueándose en el priemr equipo de San Lorenzo. Una fotografía de esto fue el último partido, el empate 1-1 ante Racing en el Nuevo Gasómetro, cuando el Ciclón terminó el clásico con seis jugadores de las Inferiores en cancha. Y de los 22 que firmaron planilla, 12 se formaron en las divisiones menores.

Andrés Herrera, Alexis Sabella, Nicolás Fernández Mercau y Siro Rosane fueron los que arrancaron entre los titulares. Sabella, por caso, fue el autor del golazo que abrió el marcador (el tercer tanto de su carrera). Y en el segundo tiempo, de los cuatro futbolitas que ingresaron, tres fueron pibes de club: Agustín Hausch, Agustín Martegani y Alexander Díaz. En tanto, en el banco quedaron Federico Gattoni, Francisco Flores (ambos pujaron hasta último momento por un lugar en la defensa titular), Nahuel Barrios, Julián Palacios y Mariano Peralta Bauer.

La salida de varios nombres que no eran prioridad y que tapaban a los chicos la posibilidad de mostrarse hizo que las chances lógicamente crecieran para ellos. Se trata de un volantazo que dio la dirigencia desde el alejamiento de Marcelo Tinelli y ante la urgencia por descomprimir la economía.

Fue una de las cuestiones que el mánager Mauro Cetto marcó apenas asumió: no tapar más a los juveniles para traer incorporaciones que no garanticen un salto de calidad.

Así y todo, Montero es un entrenador que sostiene que debe haber un equilibrio entre experiencia y juventud en el equipo. Y en puestos neurálgicos opta generalmente por hombres afianzados, algo que se ve claramente en el arco, la defensa, el volante central y el centrodelantero. Todas estas posiciones son ocupadas por jugadores de largo recorrido: Torrico, Peruzzi, Donatti, Zapata (Pittón), Ortigoza y Di Santo.

Los más jóvenes se meten en la estructura del equipo como actores de reparto, aunque con actuaciones destacadas como las de Sabella y Fernández Mercau, por citar dos ejemplos, empiezan a pisar con mayor fuerza. Está claro: ahora tienen la oportunidad, y está en cada uno de ellos sacarle el jugo para demostrar en Primera.

Por Nahuel Lanzillotta