Aprendiendo a endurecerse

San Lorenzo terminó el 2021 deprimido y falto de confianza, pero en sus primeras presentaciones con Troglio empieza a demostrar indicios de mayor solidez. De atrás hacia adelante, busca reconstruirse.

El Ciclón festeja el 1-0 ante Talleres en La Plata. Foto: @SanLorenzo

El Ciclón festeja el 1-0 ante Talleres en La Plata. Foto: @SanLorenzo

San Lorenzo era un equipo endeble. Livianito. Falto de confianza. Deprimido. Los rivales se percataban de los síntomas del Ciclón apenas comenzaba a rodar la pelota y, claro se aprovechaban todo lo que podían de sus deficiencias físicas, futbolísticas, pero por sobre todas las cosas, mentales. San Lorenzo jugaba con los pies, la cabeza y el corazón atados con alambres de púa. Tocaba la pelota, que era de fuego, con temor a quemarse con la reprobación de un público agotado de temporadas mediocres. Todo eso sabía Pedro Troglio antes de asumir y aceptó el desafío cuando otros de mayor cartel dijeron que no. Y en sus dos primeras presentaciones veraniegas logró empezar a mostrar rápidamente que los futbolistas capten el mensaje y traten de ejecutarlo en el césped. De a poco, San Lorenzo empieza a ser ese equipo duro que quiere su nuevo DT.

Van apenas dos partidos de preparación, algo demasiado poco como para arrojar livianamente sentencias absolutas al aire -o sobre una hoja en blanco-, pero lo que sí permiten estos pasos iniciales de la Troglioneta es comenzar a divisar los rasgos que van cambiando y marcan la búsqueda del entrenador para lograr fortalecer el alma de un plantel que terminó el 2021 bajoneado.

Lo primero que se lee es una estrategia de equipo corto. Desde lo estrictamente táctico, es la diferencia más significativa con respecto al semestre pasado, en el que los de Boedo exhibían mucha distancia entre sus líneas. Y así lo padecía cada vez que lo atacaban y le llegaban con demasiada facilidad. Los centrales quedaban desprotegidos y la defensa era desarticulada automáticamente.

Pues bien, Troglio logró, al menos en estos dos encuentros que terminaron con sendos triunfos por la mínima diferencia, compactar la líneas para cerrar espacios. Ni Independiente ni Talleres, aunque tuvieron mayormente la pelota sobre todo en los primeros tiempos, pudieron generar una situación mano a mano con Sebastián Torrico. Sí, claro, llegaron con centros, remates desde afuera o algún desborde. Así, se empieza a cumplir una de las primeras premisas de Troglio: que su San Lorenzo sea un equipo duro de atacar.

El Ciclón de Peter está dispuesto a dar batalla. Ese parece ser el mensaje exteriorizado después de dos cotejos en los que primero cuidó su retaguardia para luego buscar el arco de enfrente con un juego vertical, aprovechando las bandas y sin ruborizarse para poner la pelota dentro del área por la vía aérea, como en el cabezazo de Uvita Fernández que dio en el palo ante Talleres.

De yapa, los azulgranas se quedaron con dos triunfos. Y eso es la inyección anímica ideal para ir inflando el pecho paulatinamente. Falta mucho. Muchísimo. Se sabe. No obstante, se arrancó como había que arrancar: dando pasos firmes, de atrás hacia adelante. El lujo y la elaboración quedarán quizá para otra etapa en la que el equipo logra sentirse cien por ciento seguro como para soltarse y animarse a más. Pero no se puede correr si todavía se está queriendo gatear. Calma.

Troglio hizo un diagnóstico y comenzó su tratamiento para sacar a San Lorenzo de terapia intensiva con el método que cree más conveniente y efectivo. Y los primeros resultados aparecieron. Ahora se viene Boca y puede ser un lindo envión para seguir creciendo, al margen del resultado.

Por lo pronto, algo es seguro: San Lorenzo está aprendiendo a endurecerse después de tanta blandura.

Por @LanzillottaOk

Mundo Azulgrana

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Sitio web y programa de radio dedicado al Club Atlético San Lorenzo de Almagro

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