Que sea siempre así, Ricky

No importó la manera para que San Lorenzo logre su primera victoria en el Torneo ante Talleres, justamente ante un rival que llegó en igualdad de condiciones aunque en una cancha siempre complicada para el "Ciclón", y así fue.

Lejos de ser un clásico y con la obligación de terminar con la mala, el equipo mostró una mejor versión, con algunos rendimientos destacados (Martegani) aunque con un Centurión enchufado como en las viejas épocas de su etapa de Boca Juniors o Racing Club.

Es que el 10, comenzó de menor a mayor el partido al igual que el equipo y si bien no tuvo incidencia directa en la jugada del gol, en el complemento se agrandó, le devolvió la confianza a Troglio quien lo bancó durante gran parte del partido, Comenzó a jugar y hasta contagió.

Tal vez cuando el partido más lo pedía, Centu hizo lo que sabe y lo aplicó a la perfección. No solo devolvió e hizo jugar, sino que por primera vez se mostró liberado con la 10 azulgrana, dando destellos de su calidad. Además de aguantar el balón, pedir la pelota e incomodar a los rivales (dos caños en la misma jugada), encontró sociedades con los ingresos de Braida y Ortigoza, provocando la tenencia de la pelota y la incomodidad del rival.

Entonces, el 10 fue uno de los pilares importantes de la victoria ante Talleres en la fecha 6 de la Copa de la Liga y ya palpita lo que será el clásico ante Huracán, donde con la gente a su favor, el hincha espera que ese despliegue continúe en ascenso para poder salir de la complicada situación y que Centu pueda aportarle la cuota futbolística y de rebeldía que le falta aun al equipo, deseando que para el deleite de propios y extraños, el rendimiento sea siempre así.

Por @CrisPagliaro