Los 80 del Mono Irusta

Nacido en Villa María pero criado en Noetinger (provincia de Córdoba), Agustín Enrique Irusta llegó a San Lorenzo muy joven, debutando en el arco azulgrana con 20 años en la octava fecha (el 23 de junio de 1963 tuvo su estreno en la derrota por 3 a 2 ante Atlante en Villa Crespo). Ese año el Ciclón arrancó con Periotti en el arco los primeros 6 partidos, tomando luego el puesto por un partido el “colorado” Bertoldi, que tuvo una deficiente actuación en una derrota ante Racing por 4 a 3, que significó su debut y despedida.

En ese contexto difícil de San Lorenzo en los últimos puestos, debutó Irusta que enseguida mostró una destacada personalidad y valentía ante las jugadas más temerarias. Una semana después de su debut (el 30/6/63), jugando el clásico ante los del globito se lució al detenerle un penal a Arredondo a los 2m. Fue el primero de sus siete penales atajados con la casaca azulgrana.

A pesar de su altura y corpulencia, Irusta se destacó por sus atajadas bajo los tres palos no así en los centros, siendo cuestionado por algunos goles tontos por los que fue maltratado, pero que él contrarrestó con su constancia. En la memoria del hincha también se destaca su impecable pegada con el pie, recurso usado para encontrar rápidamente al compañero mejor ubicado en ofensiva.

Irusta fue titular indiscutido en San Lorenzo desde su debut hasta 1966 (en 1964 llegó incluso a jugar un amistoso con la Selección Argentina, en un triunfo por 5 a 0 ante Chile en cancha de River, reemplazando a Ediberto Righi a falta de 22m), cuando arribó al Ciclón Carlos “Batman” Buticce, que se adueñó de la valla para ser recordado como el arquero del campeón invicto del Metropolitano 68. Sin embargo, Irusta atajó en 5 partidos de aquel glorioso torneo.

Postergado por otros goleros, Agustín Irusta se reivindicó en el bicampeón del 72, siendo el titular indiscutido en aquel laborioso equipo armado por el “Toto” Lorenzo. Irusta ese glorioso 72 atajó en 43 de los 48 partidos del campeón. Para el campeón del Nacional 74 fue suplente de Oscar “gato” Anhielo, solo atajando en dos de los partidos de dicho título.

Su campaña en el club se prolongó hasta 1976, cuando jugó su último partido el 14 de noviembre en un empate en dos goles ante Ferro en Caballito. Aquellos eran tiempos institucionales muy difíciles (no lejos de los de ahora) y San Lorenzo enfrentó aquel partido hasta sin técnico. Irusta no pudo terminar su carrera en el club y la prolongó hasta 1978 defendiendo la valla de Unión de Santa Fé, justo el rival de mañana. Irusta siguió vinculado al club azulgrana tiempos después como entrenador de arqueros y formado de nuevos talentos. Su destacada personalidad y caballerosidad enaltecen a Irusta en sus 80 años de vida.

POR LEANDRO D'AMBROSIO