El Ciclón debe refundar su fútbol o seguirá atrapado en el día de la marmota

San Lorenzo sigue reiterando sus problemas futbolísticos en un loop sin fin. Se necesitan decisiones fuertes de una vez por todas para cambiar una realidad muy preocupante.

Tinelli y Dabove en una práctica del plantel. Foto: San Lorenzo

Tinelli y Dabove en una práctica del plantel. Foto: San Lorenzo

Podría irse Diego Dabove ahora mismo y asumir el mismísimo Pep Guardiola que San Lorenzo seguirá deglutiéndose entrenadores como viene sucediendo en los últimos años. La crisis futbolística en la que está atrapado el Ciclón es mucho más profunda que un cambio -otro más- de DT. No hay asombro para los que cuando se fue Mariano Soso, hace nada más que tres meses, decíamos que sin una reestructuración general de su fútbol todo seguiría igual. Hoy, todo se repite en loop y el club de Boedo tiene en jaque a un técnico más tras apenas ¡10 partidos!

San Lorenzo debe refundar su fútbol. De lo contrario continuará encerrado en "El Día de la Marmota". Repitiendo la misma fórmula no se librará del círculo vicioso en el que está sumergido. Todo da vueltas y vuelve a empezar, como en la recordada película protagonizada por Bill Murray cuyo personaje queda atrapado en el tiempo por un hechizo.

A diferencia de Hollywood, en Boedo no hay magia. La realidad indica que hay cosas que no vienen funcionando hace rato y que no funcionarán, más allá de los errores elocuentes de los entrenadores de turno. Es indiscutida la responsabilidad de Dabove en algunos planteos (cederle el protagonismo a Aldosivi de local, por ejemplo) y cambios que poca conexión encuentran con la lógica. Pero aunque se decida reemplazarlo, en San Lorenzo deben tomarse las decisiones que se vienen postergando y que el tiempo sigue demostrando que son necesarias para poder avanzar y salir de la rotonda de las desilusiones.

Esta columna podría haberse escrito en enero tras el adiós del anterior DT. La situación ahora es exactamente igual. Se necesita un sinceramiento de todos los componentes que intervienen en el fútbol azulgrana. Desde los directivos que son los que bajan el martillo, pasando por la Secretaría Técnica compuesta por Hugo Tocalli, Leandro Romagnoli y Alberto Acosta, y hasta de los técnicos y de los propios jugadores que en los últimos meses fueron más protagonistas por los conventillos de vestuario que por buenas actuaciones sobre el césped.

Si se los barre debajo de la alfombra, los problemas no desaparecen aunque no estén al alcance de la vista. San Lorenzo sigue acumulando su mugre cuando necesita una barrida que se lleve a los que están demás, a los que hacen mal y a los que ya dieron todo lo que tenían y están agotados. Y la referencia no es solamente para el plantel…

¿Quién aprueba la contratación de refuerzos que no refuerzan y tapan juveniles a los que les basta uno o dos partidos para demostrar mayor compromiso al menos? ¿Nadie le pone objeciones a los pedidos de los entrenadores? ¿Por qué se siguen trayendo, mercados tras mercados, jugadores de jerarquía discutida en cantidad que luego quedan clavados en el plantel ante la salida del DT que los pidió?

Quizás en algún momento alguien levante la mano y reconozca las equivocaciones. Ese tal vez sea el primer paso para salir de este laberinto circular en el que San Lorenzo está perdido.

Nahuel Lanzillotta

@LanzillottaOk

Periodista. Deportes. Clarín.

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