El oportuno regreso de Uvita, un acierto que llegó desde el banco

Mariano Soso se la jugó por Nicolás Fernández, que reapareció tras más de 10 meses de inactividad, en un momento candente y San Lorenzo se trajo los necesitados tres puntos de Tucumán.

Nico Fernández festeja su gol en Tucumán. Foto: San Lorenzo

Nico Fernández festeja su gol en Tucumán. Foto: San Lorenzo

Nadie lo tenía en los papeles, pero Nicolás Fernández de pronto saltó al campo de juego en Tucumán después de más de 10 meses de inactividad y dio vuelta la noche ante Atlético. El escenario era adverso por donde se lo mirase: San Lorenzo estaba con diez por la expulsión de Víctor Salazar, el local le había empatado el partido y el equipo no podía salir de su campo.

Sin embargo, el ingreso de Uvita cambió todo. El delantero refrescó el ataque, le inyectó despliegue y velocidad al juego para aprovechar los espacios de contraataque y generó riesgo en cada intervención. Metió el 2-1 y le dio la habilitación a Juan Ramírez para la posterior corrida y definición para liquidar un duelo clave y seguir respirando en la Copa Diego Maradona.

Su vuelta con laureles es mérito suyo, claro. Pero el momento oportuno para hacerlo es un poroto que se ganó el entrenador del Ciclón, Mariano Soso. Había quedado en el ojo de las críticas el técnico rosarino tras el empate de la semana pasada con Colón. Su tardanza en hacer los cambios en el complemento cuando el adversario dominaba y San Lorenzo no reaccionaba sentenció la pérdida de puntos. Ganaba 1-0, se lo dieron vuelta y lo terminó igualando de penal de forma agónica.

Ya arrastraba miradas de reojo por algunas decisiones como la salida de los juveniles que venían rindiendo arriba para darle la titularidad a Franco Di Santo. De hecho, el propio Soso había aceptado sus falencias en conferencia de prensa. Pero en el Norte argentino, el DT no falló.

Pudo haberse inclinado por otros nombres para empezar a renovar la delantera en el segundo tiempo. Tenía a Mariano Peralta Bauer, de buen desempeño en el certamen, y a Matías Palacios, para tratar de recuperar la pelota. Pero Soso leyó bien y se inclinó por Fernández luego de acomodar la defensa con la entrada del debutante Francisco Flores por Alexis Sabella.

Sorprendió en el momento que Uvita haya sido la segunda variante de la noche por el lado azul y rojo. El ex Defensa y Justicia se había roto el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda a mediados de febrero y debió afrontar casi toda la rehabilitación en cuarentena por la pandemia. Luego, pudo asumir el último tramo trabajando en campo, pero no tuvo la chance de sumar minutos en Reserva –como se suele hacer en estos casos- por la inactividad de la categoría. No tenía rodaje alguno.

De todos modos, Soso confió en él, en sus ganas y en sus cualidades. Y Uvita le respondió con efectividad. Su retorno llegó justo a tiempo, en el partido y en un San Lorenzo que necesita poder de fuego en el área de enfrente.

Nahuel Lanzillotta

@LanzillottaOk

Periodista. Deportes. Clarín.

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