Matadores en Avellaneda

Hace un tiempo, Independiente no quiso jugar como local ante San Lorenzo por la fecha 15 de la Superliga porque estaba a tres días de disputar la ida de la Recopa Sudamericana, y en la noche de Avellaneda el Ciclón le hizo pagar la espera.

Los de Claudio Biaggio salieron agresivos, a intentar jugar en campo contrario, y luego de una serie de aproximaciones vino la jugada más importante del partido: Franco Moyano (de muy buena primera mitad) le puso una excelente pelota en cortada a Paulo Díaz, quien de un toque la envió al área para que Ruben Botta la controle, gire sobre su propio eje y la ubique por encima del cuerpo a Martín Campaña. Así, a los 15 de la inicial, el Matador daba el golpe sobre la mesa.

Luego del tanto, San Lorenzo retrocedió unos metros e Independiente hizo tenencia de pelota sin sentido. A Nicolás Navarro casi no lo exigieron, y con algunas combinaciones la visita pudo lastimar un poco más. Esa tendencia se repitió en el complemento, pero con la diferencia que el Ciclón hacía el aguante más replegado sobre el arco de Navarro, cometiendo muchos foules innecesarios que lo metieron en un arco, que fueron sorteados con sufrimiento.

Nuevamente destacó el nivel del bloque defensivo, liderado por Fabricio Coloccini y Robert Piris da Motta. Franco Moyano y Nahuel Barrios tuvieron un primer tiempo positivo, que luego decayó por la actitud defensiva del equipo. Matías Caruzzo, otro de buena performance se retiró lesionado (recibió una patada criminal) y Marcos Senesi en su lugar no desentonó. Botta volvió a marcar y los de arriba debieron sacrificarse sin pelota, que jugar.

De esta manera, sufriendo las embestidas del local sobre el final, San Lorenzo sumó su segundo triunfo en fila y se ubicó como escolta de Boca, a la espera de la final con Godoy Cruz en el Nuevo Gasómetro; duelo clave contra un rival directo. Mientras tanto, hay que celebrar que en la noche del miércoles hubo Matadores en Avellaneda, y ya son 12 los años sin perder en la cancha del rojo.