San Lorenzo perdió ante Lanús y llega golpeado al clásico

En medio de un clima sacudido por los resultados negativos, en especial por la última derrota ante River en el Monumental, San Lorenzo necesitaba imperiosamente de un triunfo para no alejarse del objetivo de clasificar a la próxima Copa Sudamericana.

Para recibir a Lanús en casa, Paolo Montero decidió meter mano en el equipo ante la presencia de algunas molestias físicas en los titulares y la salida de Franco Di Santo representaba la ausencia de un delantero más en el esquema, pero a su vez le daría más velocidad por los costados.

Sin esperar al rival como en ocasiones anteriores, el Ciclón salió decidido y rápidamente puso el resultado a su favor tras una guapeada de Alexis Sabella por izquierda, que descargó para Barrios y por la derecha corría absolutamente solo Andrés Herrera, quien solo debió empujarla para darle un respiro a tanta ansiedad.

Con la ventaja en el marcador, el encuentro se fue tornando en un auténtico duelo en el centro de la cancha, donde el Granate fue ganando la posesión y tuvo una clara oportunidad para igualar, de no haber sido por la presencia de Sebastián Torrico que contenía el arco.

El rival fue aumentando en su persistencia y supo aprovechar la segunda ocasión de peligro que tuvo, utilizando un error de Sabella en el costado izquierdo, en donde Malcorra le ganó en velocidad a Cristian Zapata y en el rebote terminó definiendo Lautaro Acosta para colocar el 1-1.

Para el complemento, Montero decidió mover el banco para ir en busca de la victoria que le dé otro panorama para visitar Parque Patricios el domingo. Con los ingresos de Mariano Peralta Bauer y Agustín Martegani por Nahuel Barrios y Sabella, Boedo siguió manteniéndose activo en cuanto a las llegadas.

Con el correr de los minutos, las fuerzas fueron mermando y el Ciclón se fue replegando cada vez más, impulsado por otras modificaciones del DT, que ya contaba con Gonzalo Luján y Siro Rosané en cancha.

De tanto replegarse, la consecuencia llegó y el conjunto del sur del Gran Buenos Aires encontró el gol de la remontada en la cabeza de Pedro De La Vega para ponerse 2-1 y desatar los gritos de los hinchas en la tribuna.

Para sentenciar la historia, Ángel González burló a una defensa completamente desordenada para sellar el 3-1 definitivo en tiempo de descuento y llegar así al domingo contra el Globo en una situación sumamente crítica.