A 23 años del milagro en Rosario

Un 25 de junio pero de 1995, el San Lrenzo de Héctor "el Bambino" Veira ganaba 1 a 0 contra Rosario Central, para consagrarse campeón después de 21 años.

El Gallego González metió el frentazo del Clausura 1995. Un 25/06/1995 San Lorenzo cortaba con 21 años de frustraciones.

El Gallego González metió el frentazo del Clausura 1995. Un 25/06/1995 San Lorenzo cortaba con 21 años de frustraciones.

Desde el cartel anhelando un título que Héctor Veira escribió en la pretemporada, hasta el 25 de junio pasaron seis intensos meses. San Lorenzo, con un equipazo, corrió en una lucha hambrienta por el campeonato con Gimnasia y Esgrima La Plata, repitiendo el protagonismo que había tenido meses atrás con River Plate, pero que terminó en amargura para los del "Bambino".

La gélida noche de Rosario fue el marco para la caravana más grande que un equipo argentino haya protagonizado en tiempos modernos. Rosario Central, le cedió muchísimo espacio del Gigante de Arroyito, y también fueron testigos de la hazaña del Ciclón.

Con un oído en el Gimnasia - Independiente que se jugaba en La Plata, San Lorenzo saltó al campo de juego sabiendo que solo servía ganar, y que luego había que esperar noticias de la "Ciudad de las diaganoles". Esas buenas nuevas llegaron, porque Javier Mazzoni le dio la ventaja al "Rojo" de Avellaneda en el Bosque, y al Matador solo le bastaba con ponerse en ventaja.

Tuvo en los pies de Carlos Javier Netto la oportunidad de pasar al frente, pero el bombazo desde el punto del penal cayó en el Río Paraná. Lejos de volverse locos, los de Veira fueron para adelante, y en un corner del mágico Paulo Silas, Esteban "El Gallego" González se elevó más que todos y puso el 1 a 0. Los 35.000 Cuervos que se dieron cita en Arroyito estaban de fiesta, tal es así que desde los cuatro costados saltaron al campo antes de los 90 minutos, y se decidió que el partido finalice.

Con este 1 a 0 del Gallego, San Lorenzo cortó con 21 años de sequía, atravesados por la pérdida del Gasómetro y el angustiante descenso. Es por todo esto, quizás, que se haya celebrado por tantos y tantos días. Un torneo corto que significó mucho más que la estrella del Clausura 1995. Se rompió un maleficio, con un equipo inolvidable, un cuerpo técnico del club y la compañía de la hinchada más pasional del mundo.

 

Paulo Recari

@Recari_Paulo

Estudiante de periodismo deportivo en el Círculo de Periodistas Deportivos.

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