La paternidad no entiende de deportes
San Lorenzo bailó y goleó a Boca Juniors por 5 a 1. El Roberto Pando de Boedo fue una fiesta, y el Ciclón le ganó a un rival durísimo. Eduardo Villalva fue la figura.
Villalva hizo bailar a Boca al ritmo de su endiablada gambeta.
El último partido como locales en Boedo fue frente a Boca Juniors, y anoche, en el mismo lugar, parece que la mística del Viejo Gasómetro hizo de las suyas para acompañar al fútbol sala de San Lorenzo frente al cuadro de la ribera. San Lorenzo no solo que ganó, sino que además brilló y se divirtió con un Xeneize que pasó una noche para el olvido en el Roberto Pando.
La primera parte fue atípica, porque a pesar que el Matador acumuló varias chances claras de gol, no pudo festejar -en gran parte por el arquero Mosenson- y se fue al descanso cero a cero. A Boca, por lo mostrado hasta el momento, le sentaba perfecto el empate. Pero, sin desesperación, San Lorenzo siguió yendo a buscarlo, hasta que a los siete minutos Eduardo Villalva -la figura del juego- la mandó a guardar con olfato goleador, para poner al Ciclón en ventaja.
Luego del 1 a 0 apareció lo mejor del equipo azulgrana, que con más relajación anotó el segundo gracias a Villalva. Boca entró en la desesperación, y con arquero-jugador se arriesgó de más, ventaja que aprovechó Menseguez para decretar el 3 a 0, y pasar de ganar a golear. Dentro del mismo minuto 19, Lucas Bolo metió un remate lejano para agigantar la goleada, que fue maquillada -también a los 19' ST- por un gol de la visita. El broche de oro llegó gracias a Bottini, que la mandó al fondo y puso el 5 a 1 final.
El Roberto Pando vibró con el futsal, que fiel a la tradición azulgrana se impuso cómodamente ante Boca Juniors. Ahora San Lorenzo lo superó en la tabla y está cuarto a dos puntos del líder, 17 de agosto.
