Análisis de la derrota en Brasil
San Lorenzo no jugó bien y cayó 2 a 1 en el amistoso con Chapecoense. El gol del Ciclón lo marcó Paulo Díaz tras asistencia de Pablo Mouche, el más destacado en el Matador.
En el Arena Condá de Chapecó, San Lorenzo y el anfitrión rememoraron aquella semifinal de Copa Sudamericana, previa al trágico accidente del plantel brasileño. Con lo mejor que tenía a mano, Claudio Biaggio paró un once que podía esperanzar con las conexiones de los tres zurdos; Ruben Botta, Pablo Mouche y Alexis Castro, pero esto no sucedió.
San Lorenzo no jugó bien, y en la primera pelota del encuentro ya perdía 1 a 0, en un gol provocado tras una segunda jugada en la que los defensas azulgranas durmieron la siesta. Sin mostrar nada destacado en ataque, los de Biaggio llegaron al empate: Pablo Mouche lanzó un corner perfecto, que Paulo Díaz mandó al fondo con un frentazo impecable.
Pese a esto la producción no mejoró y el Ciclón siguió sufriendo los ataques a la espalda de Víctor Salazar, que fue uno de los puntos más flojos del equipo -junto a Alexis Castro-. En la última del primer tiempo, un centro desde la izquierda fue desviado en las narices de Nicolás Navarro, y Chapecoense retomó la ventaja.
En la segunda mitad San Lorenzo tuvo campo y pelota, pero a pesar del ingreso de Santiago González, Bautista Merlini y Facundo Quignón, no pudo generar peligro. Los juveniles Federico Gattoni y Carlos Insaurralde demostraron buenas condiciones en sus estrenos. Merlini y Adolfo Gaich lo tuvieron sobre el cierre, pero Chapecoense se quedó con el amistoso por 2 a 1.
Habrá que mejorar en la elaboración -clave las recuperaciones de Nahuel Barrios y Fernando Belluschi-, agregarle peso ofensivo con Nicolás Blandi, y sumarle equilibrio con Ariel Rojas en las cercanías de Robert Piris Da Motta, quien volvió a combatir solo en la mitad de la cancha. Híbrido paso de San Lorenzo por Brasil a días del debut en Copa Argentina.
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