¿Te imaginás alentando a una empresa?

El debate de las Sociedades Anónimas Deportivas se ha instalado en la agenda porque desde AFA pretenden modificar el estatuto. Las empresas y los clubes son cosas distintas. El sentimiento también.

Mural del Grupo Artístico de Boedo, en el Nuevo Gasómetro

Mural del Grupo Artístico de Boedo, en el Nuevo Gasómetro

En 1999, en el perdió de AFA se votó la posibilidad de incluir a las Sociedades Anónimas Deportivas al fútbol argentino. Aquella votación salió 34 a 1, y ese único sufragio positivo fue el de Boca Juniors, presidido por Mauricio Macri. Como con aquel viejo amor pendiente de conquistar, luego de unos meses de asumir a la presidencia de la nación Macri expuso: "Si el mundo aceptó la figura de las Sociedades Anónimas, el fútbol argentino la tiene que aceptar. Cuando uno ve el futbol en distintos países se ve algo bien organizado, dinámico, que crece". El próximo 29 de noviembre, se votará en AFA la renovación del estatuto para aceptar la venta de los clubes a capitales privados. Para decirlo en criollo: Se va a evaluar la posibilidad de venderle los clubes a personas que solo buscan que los números cierren y que la diferencia a su favor sea abultada. Como en toda Sociedad Anónima.

Si se acepta la desaparición de los clubes para convertirse en empresas, desaparecerá todo lo demás. Cuando se deja de ser socio, se deja de ser parte. “Perdimos” o “ganamos”, pasa a ser “perdió” o “ganó”. ¿Quién ganó? No sabemos. Tampoco depende de nosotros. “Perdió” o “ganó” el mejor postor. Puede ser un jeque árabe, un grupo empresario inglés, una empresa suiza o una persona con mucha plata en Argentina que se aburre y necesita un juguete. En ninguno de estos casos es necesario que el manejo de todas las actividades sea aprobado por los socios, ni existe requisito alguno que quién se haga cargo tenga alguna relación con el club.

Macri hablaba del “mundo”. En España muchos clubes se han convertido en Sociedades Anónimas Deportivas, pero ¿Esto es sinónimo de gloria? El Málaga fue vendido a un jeque árabe que multiplicó sus propias cuentas dirigiendo a este equipo, pero luego descendió. Ante las críticas hacia los gerenciadores del Valencia mientras peleaba el descenso, la hija del del singapurense Piter Lim (dueño del club) publicó en su instagram: “No me afectan las críticas. El club sigue siendo nuestro”. Aquellas Sociedades Anónimas Deportivas que abundan en España no son muy exitosas. De hecho, los grandes animadores de la liga, Barcelona y Real Madrid, continúan siendo de los socios. Por el lado de Chile, el caso es contundente. El gran impulsor del ingreso del capital exterior en 2005 llamado Francisco Vidal, declaró años después: “Me arrepiento de haber impulsado la ley de Sociedades Anónimas Deportivas. Vi esa ley con la esperanza de que gracias a ella se ordenara la actividad, pero al final se metió el billete y se perdieron la pasión y la identidad”. Actualmente en el país trasandino, las SAD tienen el doble de deuda que los clubes. Y los casos se extienden a lo largo del “mundo”.

El 30 de noviembre los hinchas de San Lorenzo festejamos nuestro día. Aquel día, pero del 2000, los socios frenaron la venta del club a la empresa suiza ISL. Nadie se sorprendería si se entera que esa empresa quebró un año después luego de sumergirse en manejos oscuros y corruptos. ¿Pero no era que algo organizado y con crecimiento? Existen también fracasos en Argentina como los gerenciamientos de Racing, Argentinos Juniors, Loma Negra, Mandiuyú de Corrientes, Sportivo Barracas, Quilmes, Estudiantes de San Luís y más.

Parece obvio y repetitivo, pero por definición los clubes y las empresas son cosas distintas. La diferencia jurídica radica en que las Asociaciones Civiles no tienen fines de lucro, y las Sociedades Anónimas únicamente tienen fines de lucro. ¿Te imaginás que tus colores dependan de alguien que ni siquiera habla tu idioma? ¿Te imaginás pelearte con tu pareja por ir a alentar a los bolsillos de algún desconocido? ¿Te imaginas alentar hasta quedarte afónico para que la persona que está en el palco pueda comprarse otra propiedad? ¿Te imaginás mojarte durante 90 minutos para ver cómo le va a la empresa de alguien que no conoces? ¿Te imaginás que se use a San Lorenzo como un juguete? ¿Te imaginás perder a San Lorenzo?

Facundo Osés

@FacundoOses

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