Petronilho y Waldemar de Brito, los primeros hermanos extranjeros en el Ciclón

Ante la inminente llegada de los paraguayos Angel y Oscar Romero, recordamos a la primera dupla de hermanos foráneos que jugaron en San Lorenzo, que arribados en los años 30’ desde el Brasil solo pudieron coincidir en un partido en cancha.

Petronilho y Waldemar, en una misma formación

Petronilho y Waldemar, en una misma formación

Petronilho y Waldemar fueron dos cracks de su tiempo. Los brasileros dejaron su huella en el Ciclón con un fútbol habilidoso plagado de regates, sutilezas y gol. No llegaron a arribar juntos al Ciclón, pero sí coincidieron fugazmente en un partido oficial de 1935.

Para la temporada de 1933, San Lorenzo contrató de forma sorpresiva a cinco jugadores del Brasil, con variada suerte: los defensores Ramón, Eugenio Vanni y Tuffy; y los atacantes Teixeira y Petronilho De Brito. El primero de ellos solamente actuó en la jornada inicial ante Lanús; Vanni lo hizo solo en el torneo de reserva, mientras que Tuffy luego de actuar en unos amistosos, avisó que iría a buscar a su familia a Brasil pero nunca regresó!. El wing derecho Teixeira llegó a disputar apenas dos partidos en el título del 33, pero actuó varias veces en reserva.

El más afortunado fue el eje delantero Petronilho De Brito, de juego virtuoso y autor de 13 goles. En tiempos en que los clubes contrataban a “cañoneros” como atacante, San Lorenzo apostó por un jugador fino y elegante, figura fundamental del San Lorenzo campeón.

Petronhilo sufría mucho el frío de Buenos Aires y tenía un secreto para poder sobrellevarlo durante los partidos: solía acercarse a un costado del campo de juego y el aguatero le daba whisky escondido en su cantimplora. En el club prolongó su carrera hasta 1935 y señaló 31 goles en 53 partidos.

En 1935, San Lorenzo contrató al hermano de Petronhilo, el insider Waldemar De Brito (también arribó ese año otro brasilero, el centro medio Alberto Zarzur, aunque solo jugó un partido), de notable visión de juego y recursos excepcionales. Su debut fue en la primera jornada de aquel año ante Talleres de Escalada y fue la figura al convertir tres goles en la victoria azulgrana por 5 a 3. La segunda fecha, San Lorenzo enfrentó a Boca en Avenida La Plata ante una gran asistencia de público estimada en 65 mil presentes. Por primera vez actuaban juntos los hermanos De Brito y la expectativa era creciente. Sin embargo el destino quiso otra cosa y solo actuaron juntos los primeros 35 minutos de juego. Ante un fuerte choque con el defesor Lazzatti, Waldemar debió dejar la cancha afectado de una lesión en la rodilla y aunque algunos meses después intentó volver a jugar en un partido ante Platense, no pudo actuar luego en lo que restaba del año.

Waldemar se alejó luego del club y retornó a Brasil, algo que también hizo su hermano Petronilho en la misma temporada. El recuerdo de Waldemar parecía haber quedado en el olvido. En 1939, Enrique Pinto asumió la presidencia en San Lorenzo y recordó a aquel brasilero habilidoso al que hizo retornar desde el Flamengo. Waldemar en su regreso tuvo grandes desempeños, e incluso su revancha ante Boca al que señaló un gol en la victoria por 1 a 0 el 6 de agosto de 1939. Prolongó su estadía en el club también en 1940, señalando 25 goles en 45 partidos. Años más tarde se haría conocido por ser el descubridor de uno de los más grandes jugadores de la historia del fútbol mundial: Pelé.

 

Leandro D´Ambrosio

@LeanDAmbros

Periodista egresado del Círculo de Periodista Deportivos. Es investigador de la historia azulgrana. Ha trabajado en distintos medios radiales, gráficos y webs vinculados a San Lorenzo. Autor del Libro de Oro de San Lorenzo (Editorial Perfil, 2013), un completo repaso por todos los partidos jugados por el Ciclón.

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