“Al 'Gallego, querido, Boedo está contigo' no lo supera nada”

El Gallego González habló con Mundo Azulgrana vía Instagram Live y recordó los mejores momentos del equipo campeón del Clausura 1995.

La cuarentena nos aleja, pero la tecnología nos tiene más unidos que nunca. Desde su casa, Esteban el Gallego González tuvo unos minutos para rememorar junto a Mundo Azulgrana las aventuras durante su paso por el club y también para reafirmar su amor hacia los hinchas: “Lo que amo de San Lorenzo es su gente. Todo lo que viví fue por ellos y sé que es recíproco. Estoy feliz de ser sincero y no tener que esconderme".

Si bien su amor con la hinchada hoy es irrefutable, aseguró que en los primeros partidos estuvo en discusión: “Al principio era difícil, la gente se enojaba porque no hacía goles, pero me la banqué”. A las cuestiones impuestas desde afuera, se le sumaban las presiones que imponía Veira para romper la sequía de campeonatos: “El Bambino nos dijo: ´San Lorenzo es muy grande. Necesitamos salir campeones y cuento con ustedes para todo”.

En el camino a la consagración, el golpe más duro de su vida llegaría. La muerte de su padre la noche anterior al partido frente a Belgrano generó que no durmiera para poder despedirlo: “Él estaba internado y yo iba todos los días a visitarlo. Después de velarlo, fui a la cancha, dije que quería estar presente y estuve en el banco. No me acuerdo mucho del partido, solo cuando entré y cuando estoy en el segundo palo y meto el gol de cabeza. Mi papá estaba al lado mío y me ayudó a saltar. Fue algo increíble, el regalo de la gente gritando ´Gallego, querido, Boedo está contigo´no lo supera nada, solo mis nietos y mi familia”.

El desahogo final llegó en Rosario, pero en los días previos la sabiduría del DT provocó que tenga mucha más concentración en el partido: “El Bambi me dijo que no iba a jugar y eso me mató. Me fui del vestuario caliente, llorando. En el auto recapacité y pedí disculpas al otro día”. El día del encuentro fue titular y marcó el gol del ansiado título, a lo que reconoce: “El gol no lo hice yo, lo hizo todo el grupo”.

Sobre sus mentores, recalcó cuáles fueron los que más lo inspiraron: “Griguol fue mi segundo papá. Lo que hace el Barcelona, él lo hacía en el año 80. Sin dudas era un adelantado, pero el amor de mi vida es el Bambino Veira, era un gran DT y un gran motivador, pero era muy exigente".

Sobre las posibilidades de estar en el club en la actualidad, destacó: “Yo no hago política porque lo único que me interesa es la gente. Sí creo que los que hicieron cosas por San Lorenzo tenemos que estar”, y sobre un puesto que le gustaría ocupar, dijo: “No quiero dirigir la primera, pero quiero estar con los pibes. A todos los que me tuvieron preguntales si pueden hablar algo mal de mí y es imposible”.

Marcos Bishop

@marcossbishop

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