“Los Camboyanos eramos un equipo de hombres maduros”

A pesar de no lograr títulos, la historia de los Camboyanos esta marcada a flor de piel en la historia de San Lorenzo. Darío Siviski, uno de los emblemas de aquel equipo, recordó el comienzo, la etapa y las anécdotas del equipo azulgrana.

La historia de los Camboyanos se recuerda todos los 7 de septiembre, ya que fue su nacimiento pero en 1986. En Mundo Azulgrana TV dialogamos con Darío Siviski, protagonista del equipo: “En el partido contra independiente fue una semana agitada. Renunció Nito Veiga en apoyo a lo que veníamos reclamando hace un tiempo, que era tratar de solucionar los problemas económicos que tenía la dirección con nosotros. Reclamábamos los sueldos, que estábamos 4 o 5 meses atrasados. La situación económica era complicada, San Lorenzo era grande por su gente, por el acompañamiento. Pero en cuanto estructura de Club era muy deficiente”, recordó.

Hace 30 año el Club estaba en crisis económica, destruido y sin respuesta de parte de los dirigentes: “San Lorenzo lo más grande que tenía era la gente. Era un Club devastado, no había respuesta económica en ningún tipo. Nosotros más de una vez fuimos a concentrar y nos echaban porque San Lorenzo no pagaba los hoteles”, explicó Darío.

La leyenda se empezó a forjar previo al clásico ante el Rojo de Avellaneda: “Previo al clásico contra Independiente, que tenía un equipazo, nosotros estábamos golpeados por la renuncia del técnico. Teníamos que revertir las situaciones impensadas en el día a día que nos sucedían”, contó Siviski. Además agregó que “hicimos una reunión con el plantel, un plantel espectacular, e hicimos la salida más difícil, la que marca una diferencia entre un equipo de hombres y un equipo tibio: fuimos a jugar con Cousillas de técnico en el banco de suplentes y sabíamos que teníamos que jugar de una manera a Independiente. El resultado se dio, porque era un equipo de hombres maduro, aunque muchos éramos muy jóvenes”, expresó.

Tras la victoria ante Independiente 1 a 0 con gol de Perazzo, se denominó al equipo como los Camboyanos: “De ahí hubo un equipo totalmente noble, competitivo y muy difícil jugarle. No dábamos nada por perdido. Teníamos un corazón, que la gente se sentía identificada. En esa época estaban los torneos largos y durante dos años salimos segundos. Si hubiesen sido torneos cortos, hubiéramos sido campeón en el 87, 88 y 89, seguramente”, remarcó.

“Obviamente los chicos que están ahora tienen todo su mérito, pero nosotros sentamos una base económica para hacer la tribuna del estadio con recursos que tendrían que haber usados con nosotros”, sentenció Ruso Siviski.

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