Preocupante actuación y 0 – 4 ante Central Córdoba

De nuevo en CASLA, con la compleja tarea de dejar atrás la caída ante Colón, Diego Dabove metió mano y en la noche de verano en el Nuevo Gasómetro para recibir a Central Córdoba, dispuso de Monetti; Peruzzi, Gattoni, Braghieri, Pittón; Elias, Rodríguez, Ramírez; Ángel, Troyanski y Melano. Y desde el mismo arranque, San Lorenzo salió disparado para adelante, dando en los primeros minutos, indicios de querer adueñarse del partido.

Parece clara la idea del cuerpo técnico, que nuevamente Elias y Ramírez conectan por dentro; Melano y Ángel movedizos e intercambiando el sector por las bandas; los laterales entendiendo sus momentos para atacar; y Troyanski de referencia. Con ímpetu y ganas comenzó el Ciclón, que en ocho minutos acorraló a la visita dentro de su área. A través de centros, un tiro libre, tres córner y paciencia para construir.

Pero está claro que el fútbol es indescifrable: en un rechazo corto y al medio de Bruno, con su pierna inhábil, quedó la pelota en los pies en Bay, que la colocó con potencia al lado del palo izquierdo de Monetti. En 11 minutos, un baldazo de agua fría para el local.

La intensidad de los primeros minutos, se diluyó con el 0-1 abajo. Un mazazo que emparejó el partido. La buena noticia, pudo pasar en la velocidad de Melano, las ganas de Franco, el desequilibrio de Ramírez y la calidad de Ángel, para encontrar un contraataque, que el conjunto Santiagueño no permitió. Salvo un invento individual de Juan, con un centro a la cabeza de Romero que no inquietó, la primera mitad se consumió sin poder patear al arco para el conjunto azulgrana.

Con displicencia entró el local al campo de juego, pasando la pelota de un lado a otro pero entre los defensores, Rodríguez y Elias, a quién le interceptaron el pase y, desde los pies de Miltón Giménez, le picó la pelota a Monetti que estaba adelantado en tres minutos de la segunda parte. Y el dicho es “el que pega primero, pega dos veces”, pero pegó tres. Porque en una ráfaga de errores por San Lorenzo y convicción por Central Córdoba, el encuentro se puse 0 a 3 en 8 minutos: cortó pase de Gattoni a Fernando, quién llegó antes Lattanzio, eludió al Mono y conectó con la red.

Desde el banco realizaron modificaciones: adentro Óscar, Uvita Fernández, Díaz y hasta Andrés Herrera. Pero un equipo partido, sin ideas, rendido y una actuación pálida, llevó a una respuesta; mientras que Central Córdoba, cómodo y tranquilo, marcó una goleada, que lo firmó Salomón a los 92 minutos. Ni el viento que sopló todo el segundo tiempo para al arco del Oso Sánchez adelantó al Ciclón. Predecible, poco fútbol, pocas soluciones y una ventaja irremontable, sentenció la segunda derrota consecutiva en la Liga Profesional. La próxima, ante Huracán.