Gracias eternas, la tarde mágica del Cóndor y el Gordo

Torrico y Ortigoza se despidieron de San Lorenzo entre lágrimas, aplausos y ovaciones. Hubo fiesta, vuelta olímpica y hasta penales. Reviví el adiós a los últimos ídolos.

Los ídolos y la Copa más soñada. Foto: @SanLorenzo

Los ídolos y la Copa más soñada. Foto: @SanLorenzo

Hay lágrimas, pero también hay sonrisas. Las despedidas siempre tienen ese vaivén de sentimientos. Y la de estos dos próceres azulgranas no fue para menos. Néstor Ortigoza y Sebastián Torrico tuvieron su tarde especial. La tarde en la que dijeron adiós a su historia como futbolistas de San Lorenzo. Un homenaje a la altura.

Todo el club les dio las gracias eternas a sus últimos ídolos vigentes. Ya en la entrada en calor, los hinchas ovacionaron a los dos. El primero momento emotivo se dio cuando la voz del estadio mencionó sus nombres en la formación. Aplausos cerrados para cada uno de ellos. No solo de la gente, sino también de cada uno de sus compañeros.

Torrico fue titular y en cada intervención escuchó palmas y su apellido coreado por los fanáticos. El Cóndor atajó con la camiseta titular, pero con un diseño particular especialmente personalizado para esta ocasión. El arquero de 42 años se lució con un mano a mano tremendo para sostener en cero su arco en el primero tiempo. Y todo el Nuevo Gasómetro repleto explotó.

Ortigoza entró en el complemento, tras el descanso. Jugó 45 minutos y manejó el mediocampo ante Un aldosivi que ya estaba perdiendo y prácticamente entregado. Todos deseaban que haya un penal para que pudiera patearlo él, pero eso no sucedió. De todos modos, la jornada fue ideal para ambas glorias, que después del 3-0 ante el Tiburón recibieron el saludo de todos.

Se armó un círculo de todo el plantel en el centro del campo. El periodista Juanjo Buscalia, identificado con el Ciclón, condujo la fiesta del adiós. Hubo palabras de Matías Caruzzo, de Federico Gattoni y de Nicolás Blandi. Todos resaltaron palabras como valores, respeto, enseñanzas, ejemplos. El estadio se desbordó de emoción y sobraban las mejillas humedas en plateas y tribunas.

Orti y Torri levantaron la Copa Libertadores que ganaron en 2014 rodeados de familiares y amigos. Dieron la última vuelta olímpica y patearon penales: uno lo atajó el mendocino y el otro lo metió el especialista.

Fue un broche de oro para una historia de amor inigualable. Los dos ídolos dijeron adiós en una jornada emotiva y perfecta para ambos. Se van con la satisfacción de la tarea cumplida y de saber que la historia los pondrá en un lugar muy especial.

Gracias eternas, Condor y Gordo.

Por @LanzillottaOk

Mundo Azulgrana

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