Los técnicos extranjeros de San Lorenzo
El uruguayo Diego Aguirre se convirtió en el entrenador foráneo nro 12 en arribar al club de Boedo. Hasta el presente, 4 húngaros, 2 brasileños, 2 chilenos, 1 uruguayo, 1 español y 1 yugoslavo han tenido el privilegio de ponerse el buzo mayor, siendo 3 de ellos campeones.
A comienzos de 1933 San Lorenzo adquirió los servicios del estratega húngaro Jeno Medagyensky (también conocido como Eugenio Marinetti), que venía de dirigir al San Pablo de Brasil tras varios años de labor en dichas tierras. El cargo lo ocupó solo en las primeras fechas (el equipo llegó incluso a perder 7 a 1 con River en la segunda fecha), siendo luego reemplazado por el masajista Atilio Giuliano, que culminaría el año como campeón. Marinetti pasó enseguida a Racing pero dejó su pequeña semilla en el primer título profesional.
La dinastía húngara (muy de moda en aquellos primeros años del profesionalismo) continuó en 1937, con el arribo a media temporada de Máximo Garay, que cumplió discreta labor en un mal certamen azulgrana.
En 1941 desembarcó el que sería el más exitoso de todos, Emérico Hirschl, subcampeón aquel año y al siguiente, en un cuadro “santo” donde destacaban los goles de Lángara y las gambetas de “mamucho” Martino (a quien Hirschl ubicó con acierto en la posición donde más descolló, como insider izquierdo).
Entre 1944 y 45 Gyorgy Orth (Jorge Orth) ocupó el cargo con discretos resultados y sin encontrar el funcionamiento adecuado a las figuras de aquel plantel.
En 1952 el húngaro Hirschl retornó al cargo pero los magros resultados lo alejaron pronto. Para 1955 el célebre español Isidro Lángara retornó al país para hacerse cargo del plantel, en el que jugaba un joven de 20 años llamado José Sanfilippo. Tampoco encontró el rumbo y se alejó antes de culminar la primera rueda.
No sería hasta 1967 que volvería a reincidirse en un DT foráneo. El brasileño Elba de Padua Lima (Tim) asumió el mando para el torneo Nacional y al año siguiente dio forma al gran campeón invicto del Metropolitano 68, “los Matadores”. De pocas palabras y hasta usando chapitas para mostrar como tenían que ubicarse en la cancha, Tim dejó un recuerdo imborrable. En 1969 retornó al Brasil para dirigir al Flamengo, llevándose luego al “loco” Doval para las tierras cariocas.
A comienzos de 1972 San Lorenzo contrató al chileno Andrés Prieto, que venía de entrenar al Vélez subcampeón del metro 71. Pocos días antes del inicio del torneo dejó el cargo por desavenencias con los dirigentes.
Una situación similar produjo el uruguayo Roberto Scarone en 1975, dirigiendo solo 7 partidos al equipo y huyendo luego a su país sin aviso. En 1980 el brasileño Delem fue cesado en su cargo luego de 8 fechas de discreta labor, que culminarían en un largo litigio con el club.
Por su parte en 1987, el simpático yugoslavo Bora Milutinovic abandonó por sorpresa el puesto luego de otras 8 fechas, en las que San Lorenzo como curiosidad estaba invicto.
En 2001 el “ingeniero” chileno Manuel Pellegrini, para sorpresa general asumió el cargo vacante dejado por Ruggeri y encaminó a un equipo que de forma brillante ganó el Torneo Clausura y meses después la Copa Mercosur, el primer título internacional de Conmebol. Pellegrini se alejó en 2002 dejando un gran recuerdo por Boedo por su mensaje claro y su calidad humana.
Han pasado casi 15 años y San Lorenzo renueva su confianza en un entrenador extranjero, al que deseamos los mejores augurios..
Aclaración: Solo se incluyen a los técnicos nacidos en otros países, no a los naturalizados como el caso de Juan Antonio Pizzi.