El partido más largo y perfecto de la historia

A cuatro años del 5 a 0 al Bolívar por la semifinal de la Copa Libertadores que finalmente conquistó el Ciclón, destacamos el recuerdo y las lecciones de ese partido inolvidable.

El recuerdo del mejor partido de San Lorenzo en la Libertadores 2014.

El recuerdo del mejor partido de San Lorenzo en la Libertadores 2014.

Pasaron cuatro años, 1.461 días, de aquel gran partido: San Lorenzo 5 Bolívar 0, en el Nuevo Gasómetro. Había que ganar sí o sí, para no sufrir en la altura de La Paz en el partido revancha. A los cinco minutos, Mauro Matos abrió el marcador con un cabezazo tras centro de Romagnoli, que se repitió casi calcado a los 27' a través de Emanuel Mas. El 2 a 0 del entretiempo era un buen resultado, pero llegó una sublime segunda parte, con goles de Mercier, Buffarini y nuevamente Mas. Un 5 a 0 en el partido de ida era una tranquilidad para la revancha y una clasificación casi segura a la final. Así fue, todo salió bien y el último capítulo de la historia, contra Nacional de Paraguay, alegró y también alivió al público azulgrana. Pasado este tiempo, el 5 a 0 al Bolívar fue un partido clave en la historia de San Lorenzo y que deja muchas lecciones y conclusiones.

El 5 a 0 al Bolívar fue el partido más largo de la historia. Todo empezó el 14 de mayo con el empate a uno con Cruzeiro en Belo Horizonte, con gol y festejo-baile de Ignacio Piatti. Después de 26 años, San Lorenzo volvía a jugar una semifinal de la Libertadores pero habría que esperar 70 días: se venía Brasil 2014 y habría un receso en la Copa. La cuenta atrás, mezcla de camino a la gloria y vía crucis, estaba en marcha.

El 5 a 0 al Bolívar dejó al desnudo cómo la Selección dio la espalda a jugadores de San Lorenzo en un buen momento. Sebastián Torrico tenía atajadas y noches de gloria en un equipo campeón, pero no tuvo la prensa de Franco Armani en un River de mitad de tabla. Al final, la camiseta 23 la vistió Sebastián Orión, nuestra contracara libertadora, que en ese tiempo jugaba en Boca. A su vez, Ignacio Piatti venía descollando con partidos increíbles con Botafogo o Cruzeiro, que hubiesen llamado más la atención en caso de jugar en un equipo de Avellaneda en medio de una campaña modesta. En la final contra Alemania, estaba Rodrigo Palacio y ¿acaso era mejor que nuestro crack?. En fin, es la eterna asimetría entre San Lorenzo y la Selección. La ausencia de jugadores convocados al Mundial permitió preparar al equipo durante el receso. El único jugador que estuvo en Brasil 2014 fue Carlos Valdés, que fue a la selección colombiana pero no volvió.

El 5 a 0 al Bolívar dejó en claro que el Mundial es interesante pero no lo es todo. Argentina en primera ronda, tener en mente el partido con el Bolívar. Argentina contra Suiza, pensar en la altura de La Paz en el partido revancha. Argentina contra Bélgica, falta menos para jugar con el Bolívar. Argentina contra Holanda en semifinales, gran alegría pero qué poco falta para el partido con el Bolívar. Argentina contra Alemania por la final de Brasil 2014, triste derrota en el tiempo extra, pero pronto vendría el partido contra el Bolívar. Nunca una afición vivió el Mundial pensando tanto en otro tema futbolístico como los sanlorencistas en 2014. De hecho, se rompió una máxima del fútbol: naturalmente y por una cuestión cíclica resulta difícil llenar estadios en los meses posteriores al Mundial y San Lorenzo lo logró en las semanas después.

El 5 a 0 al Bolívar no fue sencillo de transitar, pero ayudó la fortaleza del equipo que supo aguantar la presión y pudo superar los problemas. En el medio, hubo buenas y malas: la desvinculación de Carlos Valdés de mala manera, el regreso de Pablo Barrientos, la cirugía de corazón de Angel Correa tras la venta anticipada al Atlético de Madrid, la recuperación de Cauteruccio y Verón, las futuras salidas de Piatti a Canadá y de Romagnoli a Bahía. Existió en ese momento una conjunción entre plantel, dirigentes y público: se pensaba en el partido de semifinal como puntapié a ganar la ansiada Libertadores.

 

El 5 a 0 al Bolívar fue el partido perfecto. El equipo estaba concentrado, salió a ganar sin nervios, dominó el partido, la suerte estuvo de su lado y aprovechó cada error que tuvo el rival. Ese día se ganó moralmente la Libertadores: ya no daba miedo ganarla, la Copa nos había guiñado un ojo pero había que ser tan pacientes, cerebrales y cautos como en esos 70 días. Terminado los noventa minutos, la altura de Bolivia ya no generaba inquietudes, el pasaje a la final estaba muy cerca. La semana posterior a la ida con el Bolívar era la más tranquila en mucho tiempo.

El 5 a 0 al Bolívar debe ser objetivo e inspiración a futuro. Épica fue la espera pero no el partido: San Lorenzo ganó a lo campeón, contundente como un Barcelona o un Real Madrid, sólido y sin dudas. Muchas veces el hincha prefiere el partido sufrido, digno de una epopeya, con el llanto al final y el desconsuelo del contrincante. El 5 a 0 al Bolívar no tiene la liturgia del 3 a 2 con Newell's o de aquel cruce con River en 2008, no fue épico; pero no es menos heroico ganar un partido importante tan sobradamente, sin mirar el reloj, volviéndonos a casa con una sonrisa de principio a fin.

Pasaron cuatro años, 1.461 días, de aquel gran partido: San Lorenzo 5 Bolívar 0, en el Nuevo Gasómetro. ¿Cuánto más felices seríamos con partidos así?. Amén.

Martín González Araujo

@Cuervosdemadrid

Miembro de la peña Osvaldo Soriano de Madrid

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