La dura confesión de Navarro luego de su salida de San Lorenzo: "No pude volver a pisar el club"

Irse de un club que te formó, brindó contención y abrió las puertas para que pudieras cumplir uno de tus más grandes sueños no es nada fácil. Y eso Leandro Navarro lo sabe muy bien. Llegado a San Lorenzo a los once años, desde Mar del Plata sin familia y a una pensión repleta de chicos que se encontraban en la misma situación que él fue un momento difícil de transitar. Pero a la hora de cumplir los sueños nada es suficiente impedimento.

Fueron ocho largos años de lucha y sufrimiento hasta que finalmente pudo llegar el momento por el que un jugador de fútbol trabaja incanzablemente: debutar en la primera división de su club. Pero Navarro corría con una suerte extra: en tan solo tres años desde su debut pudo gritar campeón dos veces, incluyendo la tan ansiada Copa Libertadores.

Sin embargo, y pese a la alegría y satisfacción de haber conseguido resultados inesperados, nada te prepara para la dura caída que tiene el fútbol. El lado B del que nadie habla. En diálogo con MA Radio, la Bomba se permitió abrir su corazón y contar intimidades respecto a cómo vivió su -inesperada- salida del Ciclón: "Desde que me fuí del club, a mí me ha ayudado mucho trabajar con psicólogos, trabajar con coaching porque a mí me tocó muy fuerte salir de San Lorenzo. Fue algo que no me lo imaginaba, que me puso muy triste".

Una lesión que es tan temida para todos los futbolistas fue lo que le tocó vivir a un joven Navarro que, pese a saber cuanto pesa una de las copas más ansiadas del fútbol argentino, aún tenía en su manga muchos sueños por cumplir vistiendo la camiseta azulgrana. No obstante, todo eso se vio derrumbado cuando sufrió la rotura de ligamentos que derivó posteriormente en su salida de la institución. "De la nada después de una lesión que me tocó no pude volver a tener mi oportunidad y me fui libre sin nada. Agarré el auto, los botines, la ropa, crucé la puerta del club y nunca más. Y para mí fue muy fuerte, de hecho desde ese día no volví a ir a San Lorenzo, ni siquiera al predio a ver interiores, me costaba mucho volver", declaró el mediocampista.

Pero las cosas cambian. Y en un fútbol argentino donde todavía hablar de psicología deportiva es un tema tabú, Navarro decidió ponerlo en un punto de importancia para ayudar a todas las futuras generaciones que se encuentran atravesando por lo mismo: "Es bueno para los chicos que tengan su respaldo psicológico, si se lo puede dar el club buenísimo, sería lo ideal. Creo que los chicos del club son tu potencial para hacer crecer al club, vos tenés que invertir en ellos, qué más que invertir en la salud mental de los jugadores".

Y agregó: "Yo a los once años tenía noches de que quería darle un abrazo a mi vieja, lloraba solo en los rincones, y eso hay mucha gente que no lo ve. Y entras a una cancha y a los siete minutos te echan, y empiezan mirá este pibe lo que hace, y por la cabeza pasan muchas cosas por los pibes".

Ya maduro y con un crecimiento no solo deportivo sino que también mental, Leandro Navarro confesó uno de sus grandes deseos vinculados a San Lorenzo:  Hoy en día sí deseo volver porque estoy preparado psicológicamente para volver, para ir al estadio. Me gustaría llevar a mi hija y a mi hijo a que conozcan el lugar donde viví, donde me crié". 

Finalmente,el actual jugador de Iquique de Chile dio a conocer su sueño para el futuro, cuando le toque colgar los botines luego de haber realizado una carrera que lo haya llenado emocionalmente: "El día de mañana me gustaría ser un respaldo para los chicos de las inferiores que están creciendo. Poder ayudarlos a atravesar lo que yo pasé".

Por: Julieta Natalutti.