Los jugadores españoles que pasaron por San Lorenzo

A mediados de 1939, el club San Lorenzo de Almagro se interesó por contar en sus filas con los famosos vascos de la Selección del Euzcadi, que venían de realizar una gira mundial recaudando fondos para sus compatriotas y alertando al mundo de lo que ocurría en su tierra con la guerra civil. Primero arribó el defensa Angel Zubieta (el cuarto jugador con más presencias con la camiseta azulgrana con 359. Su brillante campaña se extendió hasta 1952 inclusive) por el que se abonó 12 mil pesos. Zubieta también dejó una marca imborrable en Boedo con su temperamento y personalidad.

Poco después y con su fama a cuestas, Isidro Lángara llego también al popular club de Boedo. La inversión elevada de 20 mil pesos que causó cierto escepticismo, pronto sería compensada con les enormes réditos que el vasco dejó al club.

Lángara aterrizó en Buenos Aires. Su estado físico no era el mejor pero sin entrenamiento previo debutó con la camiseta azulgrana el 21 de mayo de 1939. El rival era nada menos que River Plate y el gasómetro estaba desbordado de público por verlo actuar. Las risas iniciales por su figura fueron dejando paso enseguida al asombro y a la euforia, al convertir Isidro cuatro goles en poco más de 30 minutos.

Como nunca ocurrió, Lángara esa mísma tarde de mayo se convirtió en ídolo de su equipo. El partido finalizó 4 a 2 para el ciclón. No fue aseguraba su tarde más brillante, solo reconocía haber tenido un gran sentido de la ubicación. Pronto una gran multitud de españoles (constituían en ese momento la mayor cantidad de inmigrantes en el país con 324.650 residentes) se hicieron hinchas y socios de San Lorenzo.

Sólo en el mes del debut de Lángara, 2000 españoles se asociaron al “Ciclón”. El club interpretó con creces el éxito de su contratación e incorporó a dos nuevos compatriotas de los vascos y que ya habían actuado con Lángara en España: José Iraragorri (5 partidos en 39/40) y Emilín (1 partido en 1940). En su primer campeonato Lángara convirtió 34 goles y terminó a solo 6 goles del cañonero paraguayo de Independiente Arsenio Erico, aunque con menos partidos que el punta del rojo.

Su influencia en el equipo como goleador y capitán fue decisiva en el equipo de Boedo. Sus rivales sin embargo no respetaron su figura y en toda su estadía en el país lo golpearon y lo maltrataron de mala forma en los partidos. El vasco que era de “fierro” como jugador y como persona, no respondió a las agresiones nunca, demostrando un respeto y una entereza notable para continúar el juego.

Isidro Lángara permaneció en Argentina y en San Lorenzo hasta mayo de 1943. En el club, en el que fue goleador del campeonato de 1940, Señaló ciento diez goles y dejó un recuerdo imborrable pese a no ser campeón, así como un vacío que no pudo remplazar de forma inmediata la institución de Boedo. Lángara volvió al Ciclón en 1955 pero como director técnico, teniendo un paso efímero y poco exitoso por el cargo.

También jugaron en San Lorenzo otros españoles de forma fugaz: Fernando García (defensor, 1941, 2 partidos); Javier Artero (3 partidos en 1999, 2 de ellos por Copa Mercosur). No se incluyen en esta estadística los casos de Antonio García Ameijenda (al que paradógicamente llamaban "el tano") y Gonzalo Bozzoni, ya que nacieron en España pero se criaron en Argentina. Tampoco consideramos el caso de Ignacio Santamaría (nacido en Málaga en 1942), emigrado a la Argentina de pequeño y formado en nuestra divisiones inferiores en tercera y reserva hasta su debut en la primera en 1962. Su carrera en Boedo se prolongó hasta 1966 jugando más de 50 partidos en el club y convirtiendo dos famosos goles a Boca y Huracán.

por LEANDRO D'AMBROSIO