Marcha atras: San Lorenzo podrá llevar visitantes ante Central Córdoba
El partido por los Octavos de Final del Torneo Clausura finalmente tendrá las dos parcialidades.
El partido entre San Lorenzo y Central Córdoba por los Octavos de Final del Torneo Clausura tendrá finalmente público visitante. Luego de varias horas de incertidumbre y versiones cruzadas, el club santiagueño dio marcha atrás y habilitó un cupo de 7.000 entradas para los hinchas del Ciclón, que podrán decir presente el sábado a las 22 en el estadio Madres de Ciudades.
La decisión representa un cambio total respecto de lo que se había informado inicialmente, cuando desde Santiago del Estero se aseguraba que el encuentro se jugaría únicamente con público local. Aquella postura había generado sorpresa y malestar entre los socios azulgranas que ya tenían planificado el viaje.
El precio será de $40.000 y se venderán por el sitio web oficial de Central Córdoba.
Por qué habían dicho que no habría visitantes
En un principio, desde la dirigencia de Central Córdoba explicaban que habían decidido cerrar el acceso a visitantes por una presión interna de sus hinchas, quienes se oponían a la posibilidad de recibir a San Lorenzo.
“Nos estaban criticando e insultando por pensar en dar entradas a los de San Lorenzo”, había sido la explicación que Mundo Azulgrana recibió desde Santiago del Estero.
Los directivos sostenían que preferían priorizar el “factor localía” antes que el rédito económico de abrir el sector visitante.
Pero hubo marcha atrás: el Madres de Ciudades tendrá visitantes
Con el correr de las horas, la postura cambió. Dirigentes del Ferroviario revisaron la decisión y finalmente habilitaron un cupo de 7.000 localidades para la parcialidad azulgrana, que ocupará la cabecera visitante del estadio.
De esta manera, San Lorenzo contará con un gran respaldo en un cruce decisivo del Clausura, en un estadio que, de jugarse solo con público local, hubiera quedado sobredimensionado. La presión social, la demanda de entradas y la capacidad real del Madres de Ciudades terminaron inclinando la balanza.

