“Sueño con vestir la camiseta de la Selección”

Eliana Medina, la enganche del futbol femenino azulgrana, se prestó para un reportaje con MA en el que habló de sus comienzos, de su vida lejos de su familia y, obviamente, de futbol.

Eliana Medina, una de las jugadoras más importantes del fútbol del Ciclón (Foto: MA)

Eliana Medina, una de las jugadoras más importantes del fútbol del Ciclón (Foto: MA)

Camino duro el que ha transitado por estos años Eliana Medina, la jugadora que actúa de enlace en el equipo de futbol femenino de San Lorenzo.

Nació en Córdoba un 28 de febrero de 1987 y desde chiquita siempre quiso estar junto a una redonda. A pesar de la oposición de su padre, no abandonó sus deseos de jugar al futbol y tomó valor para desembarcar con tan solo 15 años, y sin su familia, en Buenos Aires, para fichar con Independiente. La experiencia en el Rojo no fue buena: lejos de los suyos y con falsas promesas del club, pasó jornadas complicadas. Hasta que un día en su camino se cruzó el Ciclón y ahí su vida empezó a tomar otro color.

Gracias a Alejandro Almeyra, el técnico que mejor supo inculcarle conceptos, pudo demostrar todo su nivel en el azulgrana y salió campeona en el 2009 en el torneo local, jugó la Copa Libertadores en tierras cariocas y, de yapa, vistió la celeste y blanca en el Sudamericano de futsal que se jugó en Brasil.

Claro que no se conforma ya que, dice, sueña con ser convocada por la selección Argentina de cancha de once. De todo esto habló la cordobesa Medina, que decidió compartir con mucha simpatía un pedazo de su historia con Mundo Azulgrana, una tarde de calor en la ciudad deportiva.

-¿Cómo arrancaste a jugar al futbol?
-De chica, jugaba en Córdoba, en una liga de varones, porque no había futbol femenino. Hice hasta los diez años hasta que no me permitieron jugar más. Después empecé a jugar en un equipo de chicas de la zona. A los 12 años me fui a Newell’s y luego a Independiente.
 
-¿Vos sola fuiste tras la pelota o hubo alguien que te incentivo?
-Fui sola y siempre con el futbol. Hice un poco de voley pero lo mío fue meter la pelota en el arco.

-¿Tus viejos que te decían?
-A mi papa no le gustaba que anduviera jugando con chicos.

-¿Le gusta el futbol?
-Si, a mi papá le encanta, jugó mucho tiempo en ligas de Córdoba. Pero que jugara con chicos no le gustaba.

-¿Cómo hiciste para llevar adelante la situación?
-Por pedido de mi mamá, que le decía que me dejara, que no pasaba nada. Por pedido de la gente del barrio, que me conocían. Y tenía en contra que era el técnico de la categoría en la que yo jugaba…me hacia renegar un poquito para jugar (risas).

-¿Qué le decías después en tu casa?
-Que porque no me dejaba jugar, que no pasaba nada. Los mismos compañeros le decían que me ponga, que podía ayudar. Hasta que aflojó y me permitió jugar.

-De Córdoba ¿Cómo te venís para Buenos Aires?
-Yo estuve un año en Newell’s. Después por problemas familiares vuelvo a Córdoba y cuando tenía catorce años Independiente fue a mi provincia a jugar un amistoso contra Belgrano. Yo en ese tiempo jugaba en Belgrano y me vieron de Independiente y me vine.

-¿Cómo te fue en Avellaneda?
-Estuve dos años, casi tres. Me fui mal del club pero porque no me daban lo que necesitaba y a ultimo momento no me querían dar el pase, y me hicieron renegar con ese tema.
 

-¿Dónde vivías en ese tiempo?
-En Wilde, en la pensión del club. Primero estuve en Avellaneda, a la vuelta del Shopping, y después me fui a Dock Sud.

-Eras muy chica además ¿Cómo te sentías con el cambio?
-Fue bastante jodido para toda mi familia. Por ejemplo, todos esperaban mi fiesta de quince y yo me vine a Buenos Aires y no tuve fiesta…llegué en enero y cumplo los años en febrero, así que no tuve la fiesta.

-¿Te fue muy difícil estar sola a esa edad?
-Un poco, con mi familia somos muy unidos, estamos todos juntos, los domingos son sagrados. Por suerte tuve compañeras que me ayudaron un montón.

-¿Eras de llamar mucho?
-Si, soy de hablar mucho. Los primeros meses llamaba todos los días.

-¿Qué era lo que mas extrañabas?
-Y un poco de todo. Los domingos era comer todos juntos en familia y a la tarde era ir a al cancha. Iba siempre. Y no tuve la suerte de ver los primeros pasos de mi sobrino, de no escuchar sus primeras palabras y…cuesta bastante. También extraño la gente, soy de Marcos Juárez que es un pueblo en el que todos se conocen y siempre hay muy buena onda.
 
-¿Cómo sigue tu carrera después de Independiente?
-El mismo técnico que tuve en Independiente empezó a trabajar en San Lorenzo y vinimos algunas chicas. Eso fue en el 2003.

-¿Cómo fue la adaptación a San Lorenzo?
-El primer año tuvimos que lucharla bastante, con la pensión y por un viático, que nos ayudara en algo. El primer año se luchó bastante, y cuando ingresó Alejandro Almeyra en el 2004 pudimos estar un poquito mejor.

-En este tiempo ¿Pudiste estudiar?
- Me falta terminar la secundaria y en el 2008, por incentivación de Alejandro, del profe y de las chicas, retomé.

-¿Cómo fue la incentivación del técnico Alejandro?
-Y siempre estuve jugando al futbol y todos los años me decía: ¿Por qué no te anotas? También me decía que la secundaria servía y tuvimos varias charlas y bueno, me ganaron por cansancio.

-¿Cómo venís ahora?
-Estoy bastante bien, por terminar segundo y si Dios quiere este año termino.
 
-¿Cuál es tu meta?
-Estoy viendo, el tema es que soy grande y del futbol no se puede vivir lamentablemente. Por ahora quiero terminar la secundaria y seguir con el futbol.

-Pasando a tus características a la hora de jugar ¿Cómo te definirías?
-Con Alejandro soy polifuncional. Cuando llegué de Independiente era delantera, no conocía otro puesto. Pero en San Lorenzo estuve jugando de volante, algún tiempo. No me molesta marcar pero no es lo mío. Si lo tengo que hacer lo hago. Y con Alejandro jugué en todos lados (sonríe). Me falta atajar nada más.

-¿De defensora también jugaste?
-Si, de lateral. La gente que me vio me dijo que juego muy bien de lateral por derecha. A mi mucho no me gusta pero si lo tengo que hacer lo hago sin problemas.

-¿Tu puesto natural cual es entonces?
-A mi me gusta mucho jugar adelante, pero me cuesta estar de espaldas al arco. Así que me conviene jugar de media punta pero de doble cinco o de enganche es un puesto que me gusta.

-¿Tenes a algún jugador que sigas?
-Me gusta Riquelme. Lo miro mucho por sus características. También el lobo Ledesma pero siempre miro a Riquelme, es mi ídolo.

-¿Qué te gustaría tener de Román?
-La pegada (sonríe), las cosas que hace…son pocos los que hacen lo que él hace. Todos dicen que es pecho frío pero cada jugador tiene su forma de juego. Él no puedo barrer pero en cualquier momento hace un pase gol y el 50 por ciento de la jugada la hace él.

-¿Qué cosas tratas de copiar de los jugadores que habitualmente seguís?
-Alejandro siempre me decía que siguiera a Ledesma, que viera como se mueve, que busque espacios como él.

-Si tenes que desenchufarte del futbol ¿Qué haces?
-Me gusta leer, soy de agarrar un libro de vez en cuando. Y sino miro tele, películas o escucho música. No soy de salir, no me gusta, me quedó en la pensión tranqui. Salgo a pasear pero no me llaman la atención los boliches. Eso si: trató de mirar softball.

-¿De donde viene eso?
-De chica, porque enfrente de casa había un descampado y agarrabamos una pelota, palos y jugábamos. Si pasan por la tele me engancho.

-Con San Lorenzo y con la selección viajaste mucho ¿Qué rescatas de los viajes?
-Mas que nada se rescata lo que se hace con el grupo, el campeonato que se hace. Con la selección no se tuvo mucho tiempo de trabajo pero se armó un grupo muy lindo, con jugadoras de muchos equipos. Siempre se rescata eso, con San Lorenzo pasa lo mismo: siempre decimos que lo mejor que tienen los viajes es el viaje, el disfrute, de que nos reímos todas de lo mismo. Se apunta al grupo.

-¿Cuál fue la gira que mas te gustó?
-Todas coincidimos en el que el viaje a Córdoba fue el mejor. Pasamos por Oncativo, el pueblo de Florencia Quiñónez, por Villa Mariah y después pasamos por mi casa. Nos llevábamos mucho, hablamos también y ahí se unió mucho el grupo.

-¿Qué significó el viaje a Brasil para jugar la Copa Libertadores?
-Mucho porque peleamos por eso, luchando torneos locales y se dio que logramos clasificar. Jugar algo así es muy grande, por suerte viajamos y creo que siempre hay revancha.

-¿Soñas con una revancha?
-Si. Ahora vamos por el campeonato y queremos volver a ir por una revancha.

-¿Cuáles son tus expectativas para el día de mañana?
-Siempre una sueña con defender la camiseta de su país. Este año tuve la suerte de jugar en la selección de futsal en el sudamericano pero creo que hay que ir de a poquito. Siempre la ilusión esta en vestirla en cancha de once pero hay que seguir luchando.

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