El adios al guapo Maletti

Si hay algo que caracterizó a Ricardo Roberto Maletti en su paso por el Ciclón fue su entrega, la garra y el corazón para jugar cualquier pelota como si fuera la última. El temperamental defensor formado en nuestro semillero disputó 121 partidos con nuestra casaca, adaptándose a jugar en todos los puestos de la defensa y hasta como número cinco. Era recio pero no malintencionado y su frondosa barba y bigote le brindaban un aspecto “temerario”.

Su debut prematuro se produjo el 18 de febrero de 1971 cuando San Lorenzo venció por 3 a 1 a All Boys de La Pampa en tiempo suplementario, por una de las semifinales de la primera Copa Argentina. Esa noche jugó todo el partido como marcador central, en lugar del habitual titular “Cacho” Heredia. Sin embargo no volvió a jugar hasta octubre del 71 cuando ingresó en lugar de Rivero en una victoria por 7 a 1 ante Central Córdoba de Santiago en Avenida La Plata por el viejo Torneo Nacional. Luego volvió a hacerlo en los tres partidos que por huelga los clubes jugaron con juveniles en aquel torneo.

Cuando su permanencia en primera era un hecho (competía en su lugar con otro compañero como Jorge Mario Olguín), un acto de indisciplina en reserva lo relegó, perdiéndose gran parte de la exitosa campaña del 72, en la que solo jugó en dos partidos. Fue luego un habitual relevo en la defensa, jugando unos 14 partidos en el campeón del Nacional 74 y para 1975 el “loco” Maletti agarró la titularidad, hasta su alejamiento a finales de 1976. Aquellos eran los años en que se ganó su fama de mañero y guapo, teniendo incluso un duelo en el clásico barrial con Houseman, al que se cuenta que fue incluso al entrenamiento para arreglar algunos asuntos pendientes.

Ricardo Maletti integró los equipos azulgranas que realizaron giras por Europa en 1974 y 76 y convirtió dos goles con la azulgrana: Uno a Argentinos Jrs en la victoria por 2 a 1  por el Metropolitano 75 y otro a San Lorenzo de Mar del Plata en la victoria por 5 a 2 en el Nacional 76. Su carrera se prolongó luego en Atlanta, Chacarita, Sarmiento de Junín y Chicago.

 POR LEANDRO D'AMBROSIO