Se fue un ídolo del tablón

Osvaldo Tignanelli era un enamorado de San Lorenzo y su gente. Fue uno de los referentes en los setenta y ochenta de la tribuna azulgrana. Lo vamos a extrañar mucho.

Madera en estos últimos años

Madera en estos últimos años

 

Perteneciente a La Gloriosa Hinchada de San Lorenzo, como él mismo se encargaba de resaltar, fue un pionero en la barra azulgrana en los años setenta y ochenta, épocas de grandes componentes del tablón azulgrana, como lo fue justamente Osvaldo.

 

Vivió a San Lorenzo con mucha pasión. Una pasión que lo llevó a liderar con otros cuervos aquella revolución de 1982 y que con orgullo siempre destacó: “Fuimos los primeros en llevar a las canchas banderas de palo. Eso era una locura. La gente esperaba el ingreso de la hinchada porque era una verdadera fiesta. También fue la primera vez que la hinchada entraba mientras todos esperaban para ver cómo poníamos el color al partido”.

 

Preocupado por el presente del club hace varios años, nunca dejó de resaltar que “San Lorenzo está enfermo”. En 2005 fue uno de los fundadores de la Subcomisión del Hincha, y siempre fue una referencia constante para los hinchas.

 

En lo personal no quiero dejar de agradecerle de corazón, como a Oscar Romero, por la colaboración que tuvo para que pueda escribir mi libro “San Lorenzo de los Milagros”. Posterior a esta publicación, Madera me convocó en su casa para que lo ayude a escribir otro libro: El hincha. “Tengo 30 años de hinchada y quiero contar todas mis historias. Todas las cosas que sé. Quiero que me ayudes”, me pidió en un hermoso compromiso.

 

Osvaldo me obsequió algunos apuntes que realmente me asombraron por su enorme narrativa, como las historias que él mismo cuenta desde su crianza en avenida La Plata. Esta deuda que quedó pendiente por falta de tiempo, trabajo y otras yerbas, es un tesoro que algún día me gustaría compartir si su familia me lo permite.

 

Imposible olvidarme cuando me dijo: “El fútbol me dejó de gustar cuando dejé de darle la espalda a la cancha y me di vuelta del paravalancha”. Fanático del básquet como el fútbol (“tu viejo es un ídolo para mí”, me repetía cada vez que lo visitaba), Osvaldo  sufría a San Lorenzo de verdad y deseaba recuperar el club social y deportivo, como la grandeza futbolística que supo ver hasta medioado de los años setenta.

 

Quienes te conocimos, Osvaldo, sabemos que el domingo próximo a las 15, donde quieras que estés, lucirás la azulgrana con alguna bandera de palo para cantarle a los colores como siempre lo hiciste. Cuando los cuervos se enorgullecen de estar en las malas, poner el hombro, no borrarse ni generar incidentes, es gracias a que en la tribuna de San Lorenzo hubo hombres como Osvaldo. Te vamos a extrañar.

Román Perroni

@romanperroni

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