Acá está el equipo

Fuera de casa, la primera de basquetbol de San Lorenzo jugó bien y se llevó un nuevo triunfo en esta temporada 2010, al ganarle de forma clara a Unión Vecinal de Munro (un conjunto que hasta acá venia muy bien) 82 a 71, con muchos cuervos que se acercaron a disfrutar el evento.

El equipo de Guido Naipauer sufrió en algunos pasajes del duelo pero con jerarquía supo como resolver la situación. No fue un pleito sencillo, ya que Munro desde el principio apostó al juego interno, a imponer su ritmo. Eso, definitivamente, complicó al Ciclón, que entró precisamente en lo que proponía su contrincante. Por eso, todo fue palo y palo.

Hay que agregar que las bolas pérdidas, por ambos quintetos, fueron una constante, lo que llevó a que el partido se torne entretenido, con varios puntos y con hincapié en la ofensiva.

Por el lado del visitante, ese aspecto fue lo más sobresaliente. Con variantes, y con un Cobello que muchas veces se hace dueño del escenario, lideró las acciones durante varios momentos de la primera mitad. Cuando no pudo defender correctamente, los puntos siempre estuvieron. Y cuando Cobello no convertía, daba una mano Haag, Peredo o Alan Selmo.

Justamente, el escolta hermano de Matías, cuando ingresó no desperdició la chance. Anotó, hizo sus fintas características, pasó la bola y defendió de forma clara. Hizo todo lo necesario para ser una de las figuras de la cancha y fue responsable de que su equipo se vaya al descanso con una ventaja de dos unidades (42 a 40) al finalizar el segundo cuarto.

 En el tercer parcial, el dueño de casa empezó con todo. Corrió y tuvo una efectividad de campo notable, lo que lo llevó a dominar el marcador. No contento con esto, Naipauer movió las fichas y encontró a jugadores predispuestos a defender, a cerrar el aro. Lo logró y sobre el final consiguió una leve ventaja de tres puntos (60 a 57). Estaba dado para que su escuadra gane el cotejo.

 Y así fue. Tras errar un par de pelotas importantes debajo del aro, el de Boedo se tranquilizó. Tomó nota de lo que pasó y empezó de nuevo, intentando establecer un ritmo, defiendo inteligentemente. Lo que hizo que el vestido de blanco se desesperara, errando muchos tiros.

La contracara de ello, fue la mano caliente que mostraron Haag, Cobello y Ragozzini para aniquilar esperanzas rivales. Encima, Alan Selmo penetró como de costumbre y sacó un doble y una falta fundamentales, para encestar el libre y asegurar la victoria. No hubo tiempo para más. O mejor dicho, si: el festejo del cuerpo técnico y los jugadores ante cuervos que aplaudieron de pie semejante performance. 

Alan Selmo: 

-Era un partido difícil, ¿cómo lo sacaron adelante?
-La clave fue la defensa y estar concentrados. La diferencia con respecto a el año pasado es el tercer cuarto ¿te acordas de los terceros cuartos? Teníamos un bache terrible. Ahora eso cambió y la defensa está junto con la ofensiva, no había errar puntos clave.

-¿Con qué idea vinieron a jugar?
-Con la idea de siempre, era una cancha grande y pareja como la nuestra. Teníamos que hacer un balance ante un equipo enano. Había que contrarrestar eso.

-¿Crees que algunas veces entraron en el ritmo de ellos?
-Si, llegó un momento que todo era tiro a tiro y eso nos jugó en contra. De piernas no estamos tan bien y se complicó.

-En los momentos apretados, ¿qué les dijo Naipauer?
-Que estemos concentrados, que defendamos y que en la ofensiva las cosas iban a salir. Lo importante era agarrar los rebotes y aprovechamos las oportunidades.

-¿Vos como te sentiste cuando entraste? Se te vio muy bien.
-Bien, me falta el tema de los entrenamientos. Por la facultad y el laburo no puedo entrenar con todo pero cada vez me voy sintiendo mejor, más suelto.

-De la hinchada que acompaña a este equipo, ¿qué me podes decir?
-Increíble… Hace mucho que no se sentía una hinchada de fondo. La verdad que te pone muy contento.

-Para este sábado, ¿cómo toman la experiencia dejugar contra un equipo norteamericano?
-La verdad única, estoy como shockeado. Nunca me pasó esto. Sabía que San Lorenzo había jugado como hace 30 años, mi viejo jugó, pero es bárbaro, estoy esperando el sábado.