No es momento de dudar

La derrota por goleada ante Lanús fue catastrófica. Decir cachetazo suena a poco, fue una piña en el medio de las ilusiones de todos los Cuervos. Ni el más pesimista esperaba arrancar así, pero sucedió.

El equipo jugó muy mal y continúa en Promoción, pero faltan 18 partidos. Algo está claro, jugando como en el sur las chances de salvarse van a ser mínimas.

Ahora bien, pareciera que la culpa de todo la tiene Madelón. Algo similar ocurrió en su momento con Asad. Anteriormente los que no pudieron encontrarle la vuelta fueron Ramón Díaz y Tojo ¿A nadie se le ocurre pensar que la responsabilidad no es toda del técnico?

Esto viene a raíz de las versiones que circularon en las últimas horas sobre un posible ultimátum para Madelón. Algunos hablaban de renuncia en caso de perder ante Estudiantes el próximo domingo, otros en cambio se estiran hasta la cuarta fecha, cuando Boca visite el Pedro Bidegain.

Los números no ayudan a Madelón, eso es cierto. Dirigió cinco partidos, ganando uno, empatando otro, y perdiendo tres –de manera consecutiva-. Pero también es verdad que el técnico pidió un 8 hasta el hartazgo, y le trajeron a Chávez, que es más delantero que volante. Encima, el Negro ni siquiera pudo estar a disposición del cuerpo técnico en la primera fecha ¿Acá la culpa también es del DT?

La responsabilidad de los jugadores está más que clara. Son ellos los que perdieron por goleada, son ellos los que miraron dentro del área en vez de marcar cada vez que el Granate se aproximaba, y son ellos los que quedaron con nueve jugadores cuando no valía la pena hacerse expulsar de manera tan estúpida.

El mea culpa debe venir desde todos los sectores. Ahora se encargaron de tirar en la prensa el nombre de Mostaza Merlo, un gran amigo del Bambino Veira. Sí, el mismo que fracasó rotundamente en la Secretaría Técnica, sugiriendo futbolistas de la talla de Giancarlo Carmona…

Quien escribe está seguro que este plantel tendría resultados similares con tipos como Bielsa, Bianchi o el mismísimo Guardiola. A esperar un poco y seguir aguantando, como siempre lo ha hecho el hincha de San Lorenzo, que de sufrir sabe tanto como para escribir una enciclopedia. No es momento de dudar.