Aplausos y respeto
San Lorenzo perdió la final del Segundo Torneo Internacional Senior por penales, luego de un gran campeonato. Contra viento y marea, el Ciclón forzó un empate y casi lo gana.
En Sete Lagoas se disputaba la final del segundo Torneo Internacional Senior y San Lorenzo buscaba el bicampeonato ante el local Atlético Mineiro. Luego del partido ante Cruzeiro y las irregularidades en favor de los brasileros, el Ciclón llegó a la final con la guardia alta.
El partido comenzó trunco para el Ciclón ya que en el inicio cayó el gol de Paulinho Guará a los 11 minutos del primer tiempo. Luego, San Lorenzo intentó aproximarse a fuerza de empujes que terminaban en intervenciones violentas por parte de Atletico Mineiro. El partido continuó su rumbo pero en el banco de suplentes había extrañas discusiones entre la delegación azulgrana y los brasileros: Lo que sucedía era una infracción en el reglamento por parte del equipo carioca, ya que incluía cuatro jugadores de categoría 80-82 en cancha, cuando solo se permiten tres.
El segundo tiempo comenzó con el equipo de Atlético Mineiro modificado tras el reclamo de San Lorenzo. Desde el inicio los brasileros continuaron con el juego brusco que casi saca del campo a Leandro Lázzaro por una fuerte patada. Antes de los 10 minutos del complemento ingresó el Pampa Biaggio para sumar poderío en la ofensiva. Luego de empujar y meter a Mineiro en su arco, a los 30 del segundo tiempo cuando el partido terminaba, el Pampa desbordó por la izquierda y luego de levantar la cabeza habilitó al Diablo Montserrat que empató el partido agónicamente. El final del encuentro también fue extraño, ya que quedaban minutos por jugar pero el arbitro decidió terminar el partido en el mejor momento de San Lorenzo.
Arrancaban los penales. Pipo, Pampa, Panchito Rivadero, Ezquivel y Lázzaro. “No duden. Hagan lo que quieran pero no duden”, dijo Gorosito. Con un penal erado por cada uno (Rivadero por San Lorenzo) fueron al uno por uno. Después de muchos penales pateados, el Pipa Estévez malobró su penal y Livora no pudo salvarlo.
Contra viento y marea, estas personas demostraron que el amor por la camiseta puede ser más fuerte que cualquier adversidad. Cinco partidos en cinco días, irregularidades y más vergüenzas de la organización. Con las canchas inclinadas como las calles de Boedo, el Ciclón llegó a la final y pudo llevarla a los penales.