Jacobo Urso Inmortal

Un 6 de agosto de 1922 fallec�a tr�gicamente a los 23 a�os el jugador de San Lorenzo de Almagro Jacobo Urso, accidentado una semana antes en una desgraciada jugada de un partido que el Cicl�n jugo ante Estudiantes de Buenos Aires. A 100 de su partida, el recuerdo imborrable de aquel pibe que dejaba el alma en la cancha y que dio la vida por los colores azulgranas.

Jacobo Urso nació en Dolores, provincia de Buenos Aires el 17 de abril de 1899, pero desde muy joven se vinculó con San Lorenzo de Almagro. Ya en 1915 integraba la sexta división azulgrana y un año después le tocó debutar nada menos que en un partido clave de nuestra historia: el 7 de mayo de 1916 el Ciclón inauguró su estadio en Avenida La Plata al 1700, ocupando Urso su habitual lugar de marcador sobre la punta izquierda. San Lorenzo ganó esa tarde para no ser menos por 2 a 1, con goles de Moggio y Fernández.

Urso fue un jugador de enorme sacrificio y temperamento y enseguida destacó en los primeros equipos azulgranas, que iniciaban su paso por primera división. No por casualidad fue convocado a jugar en la Selección Argentina en un amistoso ante Uruguay en Montevideo en 1919, convirtiéndose entonces en el primer jugador en la historia del Ciclón en vestir la celeste y blanca.

La historia cuenta que Jacobo Urso jugó un total de 136 partidos entre 1916 y 1922, convirtiendo 8 goles. Seguramente habría sido parte del primer campeón del club en el año 23, sino hubiera sido por aquella desgraciada acción ocurrida el 30 de julio del 22 en Palermo. San Lorenzo visitaba a Estudiantes de Buenos Aires (en un partido que finalmente ganó por 1 a 0 con un gol de Galíndez) y en una acción del cotejo el defensor azulgrana Urso en disputa de la pelota chocó contra dos rivales, recibiendo un fuerte golpe en las costillas. Afectado por el dolor no quiso dejar el campo y continuó jugando con toda su fuerza.

Al terminar el encuentro su estado no era el mejor y debió ser llevado al Hospital Ramos Mejía, del barrio de Once. El accidente revestía gravedad. Una de las costillas le había presionado uno de los riñones, produciéndole una lesión irreversible. Una semana después falleció, siendo su féretro conducido entre muestras de dolor por el campo de juego. Incluso unos jugadores checoslovacos, que se hallaban de gira por el país (se trataba del Combinado de Teplitzer Fussball) se acercaron para rendir homenaje a Urso.

La fecha siguiente cuando San Lorenzo recibió a Vélez, los jugadores llevaron un luto y el juez detuvo el partido a los 18 minutos para realizar un minuto de silencio en su memoria. La de aquel que dio la vida por los colores de San Lorenzo. Su nombre con orgullo representa al Museo del club, donde se conservan varias reliquias de su corto pero inolvidable paso por la institución que tanto quiso y defendió con honor.