Próximo paso: aprender a ser protagonista

El San Lorenzo de Insua nada muy bien en las aguas del contraataque, pero naufraga cuando tiene que asumir la responsabilidad de controlar la pelota y atacar equipos que esperan.

Insua va haciendo crecer de a poco a su Ciclón. Foto: @SanLorenzo

Insua va haciendo crecer de a poco a su Ciclón. Foto: @SanLorenzo

Ruben Insua va llevando de la mano a su San Lorenzo. Como a un hijo, lo va viendo crecer y dar pasos firmes. Lo ayuda a evolucionar. Lo alienta a ir por más a medida de que va captando las ideas que el DT baja a sus dirigidos. De menor a mayor, el Ciclón se fue rearmando después de largos años de deambular sin un norte por el campo de juego. Asimilada y trabajada la defensa y el modelo del contraataque en el que se apoyó para recobrar la confianza y volver a tener solidez, ahora está listo para ir por el próximo paso: aprender a ser protagonista.

San Lorenzo se siente cómodo atacando con espacios. Lanzado de contragolpe puede explotar la velocidad de sus jugadores externos como los laterales y los extremos para ganar espaldas y llegar rápido y de modo vertical al área de enfrente. Esa fórmula, que parte de una ordenada estructura defensiva, le dio resultados hasta el momento para una buena cosecha de puntos y alejarse de la costumbre de perder.

Sin embargo, cuando lo sacan de ese rol, al cuadro de Boedo los papeles se le vuelan. La complicación se le presenta cuando enfrente aparece un rival que le propone lo mismo y se repliega para esperarlo. Si le ceden la pelota, San Lorenzo todavía no tiene muy en claro qué hacer con ella para atacar cuando los espacios se reducen ante defensas compactas.

Le pasó el último sábado contra un Rosario Central que le dio la tenencia para defenderse de modo ordenado y cortar con faltas el juego. Lo invitó a que lo atacara y lo llevó al barro del roce y el Ciclón quedó ahí atrapado en esa trampa táctica. Le costó asumir la responsabilidad de dominar y no supo bien cómo romper ese cerrojo.

Las asociaciones son una de las llaves para poder abrir esas puertas cuando se muestren cerradas. Una individualidad puede ser la salvación alguna vez, pero Insua tendrá que pulir el sentido colectivo del ataque para encontrar maneras de crearse espacios cuando no los hay. No es para nada malo que el equipo tenga una línea apoyada en la solidez defensiva, el contraataque y la intensidad. Pero debe también saber jugar a otra cosa cuando el rival le ponga adelante este tipo de panorama en donde le pasa la posta.

El Gallego va paso a paso. Y está bien. Le dio un orden a un San Lorenzo a la deriva y eso ya es demasiado. Pero si no quiere estancar el crecimiento de su Ciclón y, tal como repite, tiene el objetivo de elevarlo a la pelea de un título en 2023, su trabajo ahora también tendrá que focalizarse en la maduración necesaria para que cuando le toque tener la pelota bajo su control sepa qué hacer con ella.

Por @LanzillottaOk

Mundo Azulgrana

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Sitio web y programa de radio dedicado al Club Atlético San Lorenzo de Almagro

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