Un paso, una lesión

Lo de Valentín Viola es inexplicable. Llegó para ser "refuerzo" de San Lorenzo, pero en lo que va del año no disputó más que 34 minutos. El delantero se volvió a lesionar, y a pocas fechas para que termine la Superliga, sus chances en el Ciclón se van esfumando.

Es viejo hablar del mercado de pases, pero en este caso es necesario. Porque no hubo otro momento que tuviera a Viola como protagonista en San Lorenzo. Han pasado 10 jornadas de Superliga y un partido por Copa Sudamericana desde que Viola llegó al club de Boedo con el pase en su poder, proveniente de Independiente de Medellín, y sólo disputó parte del segundo tiempo ante Gimnasia, en el que el Ciclón cayó 1-0 en La Plata.

Está de más decir que el movimiento en el mercado de pases de San Lorenzo no fue bueno. La no clasificación a la Libertadores de este año produjo un golpe muy fuerte en la economía del club y hasta se tuvo que vender a Ezequiel Cerutti, figura del equipo de Claudio Biaggio en la primera parte del campeonato. Y llegó Viola, supuestamente para cubrir aquel puesto, después de más de tres meses sin tocar una pelota (el torneo colombiano termina en octubre) y sin una pretemporada.

Iba a ir al banco con Huracán, pero en la previa se desgarró y quedó desafectado. El miércoles estaba para ser suplente en la Copa, pero sintió un tirón en el precalentamiento. Igualmente fue al banco, pero no se movió de allí. Luego del encuentro con Atlético Mineiro, el club dio el parte de lo sucedido con Viola: "esguince colateral medial de rodilla" y anticiparon que "se someterá a un tratamiento kinésico".

La ciencia quizás le encuentre una explicación más certera, pero Viola se lesionó en la previa de dos partidos importantes para San Lorenzo: la primera vez, en el clásico con Huracán, y ahora por Copa. El ex Racing, que había llegado libre, firmó contrato hasta junio de 2019 ¿Se adelantará su salida del Ciclón?