La certeza que se trajo Insua pese a la caída en Brasil

Estuvo muy cerquita San Lorenzo de traerse un punto de Brasil que hubiese sido de oro. A un par de minutos quedó el Ciclón de sumar ante Fortaleza, pero una mano en tiempo de descuento de Carlos Sánchez le dio el penal y el triunfo al local, que debió trabajar y mucho para ganarlo. La bronca queda dando vueltas todavía en todo el cuadro azul y rojo. Sin embargo, Ruben Darío Insua se trajo en el avión una certeza enorme que lo llena de tranquilidad de cara a lo que viene.

El recambio estuvo a la altura. Esa es la principal conclusión que el DT de San Lorenzo se anotó en su libreta de apuntes tras el 3-2 final. Fue la primera vez en el año que el Gallego apostó a una rotación importante. Y la intriga estaba puesta en cómo rendiría el equipo cuando eso ocurriese.

Campeonato local, Copa Argentina y Sudamericana. Insua se las rebuscó para mantener siempre al menos un 90 por ciento de la base de la formación titular en la múltiple competencia. Pero el momento de cambiar de modo más masivo indefectiblemente iba a llegar. Y llegó en el Norte brasileño.

Mucho se hablaba de que San Lorenzo carecía de un recambio de jerarquía en su plantel. “Tiene un once rendidor y nada más”, se repetía entre colegas del día a día azulgrana en la previa y post de cada compromiso. Y es cierto, el elenco de Boedo no cuenta con un banco que brinde garantías desde los nombres propios ya que tiene mucho jugador juvenil y otros apellidos sin tanto rodaje.

Por eso la expectativa estaba puesta en saber cómo iba a aguantar San Lorenzo ante Fortaleza de visitante. No solamente “aguantó” sino que jugó de igual a igual y por muy poco se le escapó ese poroto que le hubiera permitido seguir soñando con luchar el primer puesto del grupo.

Gastón Campi, Francisco Perruzzi, Gonzalo Maroni y Nicolás Blandi entraron en la alineación inicial y respondieron con creces. También estuvo Gonzalo Luján, quien reemplaza naturalmente a Agustín Giay, afectado al Mundial Sub 20.

Como si jugaran siempre de titulares, estuvieron en ritmo y demostraron concrentración e intensidad. Maroni, mirado de reojo hasta por el propio entrenador en su llegada (fue una decisión dirigencial su incorporación), fue la figura con un doblete para empatar dos veces el trámite. El primero, un verdadero golazo.

Insua logró que exista paridad entre los que suelen jugar casi siempre y aquellos a los que no les toca seguido. Eso se debe a la competencia interna y a la exigencia en los entrenamientos. El que no corre, el que no deja todo, no tendrá posibilidades con el Gallego. Sin su mejor futbolista, el Perrito Barrios (lesionado), el Ciclón dio batalla en el país vecino y hasta pudo haberse animado al triunfo cuando todo estaba empardado.

Pero el fútbol a veces tiene estas cuestiones. Ya le había pasado en el Nuevo Gasómetro con el mismo rival. Sobre el final Fortaleza se llevó los tres puntos de manera inmerecida. Este miércoles no puede decirse que fue inmerecido ya que en el último tramo apretó y empujó a San Lorenzo contra su área hasta forzar el penal.

Igual, la bronca queda, aunque no debe tapar la certeza con la que los de Boedo se volvieron de Brasil. Los de afuera demostraron que están dispuestos a poner la misma enjundia y compromiso que los que habitualmente son titulares. Y eso, para Insua, es otra prueba más de que está haciendo un muy buen trabajo.

Por @LanzillottaOk