Campeones del esfuerzo

San Lorenzo participó en la Sección C de aquel torneo, debutando el 21 de julio al derrotar a Aldosivi en Mar del Plata por 3 a 0 (Irigoyen, Cocco y Pedro Chazarreta). Al finalizar la zona clasificatoria, San Lorenzo ocupó el primer lugar con 27 puntos (con 11 victorias, 5 empates y dos derrotas), seguido de Ferro con 26, los dos primeros que clasificaron a la ronda final. En aquel mini torneo habían clasificado varios candidatos al título: Boca Jrs, Rosario Central, Independiente, Newells, Talleres de Córdoba y Vélez Sarsfield.

San Lorenzo llegó de punto a aquellas finales, no era el candidato de nadie y todos parecían tener más que el ciclón en todas las líneas. Pero San Lorenzo tenía jugadores ganadores. En el plantel había 3 ex matadores como Cocco, Telch y Villar, que aportaban oficio, serenidad y personalidad.  Y también los ganadores del bicampeonato Enrique Chazarreta (que volvió  a cumplir una elogiable tarea de obrero en el medio), Glaría, Piris, Olguín, García Ameijenda  y la delantera abredefensas con el “negro” Ortíz y los furibundos goles de Héctor Scotta. Los nuevos también fueron claves: el arquero Anhielo y el volante cordobés Beltrán.

La primera fecha de la ronda final, San Lorenzo venció al difícil Newells (campeón del Metropolitano de aquel año) por 2 a 1 (Ortíz y Olguín), tras remontar la desventaja inicial. A la fecha siguiente enfrentó a Boca Jrs, que parecía un equipo invencible en la primera fase, y se le ganó por 1 a 0 (Rogel en contra). El único traspié ocurrió en la tercera  jornada al caer con Independiente por 2 a 0. El equipo enseguida se recuperó venciendo a la revelación del interior, el Talleres cordobés por 2 a 1 (todos de Scotta). La quinta fecha se debió viajar a Rosario ante el Central de Kempes y Poy, trayendo un empate clave en un gol a falta de quince minutos (obra de Piris). Luego vino una festejada victoria ante Vélez, que venía encumbrado en las posiciones y al que se derrotó por 2 a 1, con goles de Scotta, el segundo de ellos de cabeza cuando restaban solo dos minutos para concluir el encuentro.

La fecha final se disputó el 22 de diciembre en cancha de Vélez, ante el duro Ferro dirigido por Victorio Spinetto. El partido empezó con complicaciones, ya que los verdes se pusieron en ventaja a los 38 minutos, fallando un penal por medio de Olguín, San Lorenzo a los 45 minutos. En el segundo tiempo, demostró por qué su mote del ciclón. A los 5 igualó Scotta con un violento tiro libre; a los 16 desniveló Cocco y a los 28 el “negro “Ortíz marcó el tercero, sin embargo hubo tiempo para sufrir. Scotta y Rocchia fueron juntos expulsados y a los 41 minutos descontó Ferro. Con el pitazo de Dellacasa, San Lorenzo ganó por 3 a 2, obteniendo un título que nadie esperaba, salvo los hombres de fé de San Lorenzo. Héctor Scotta fue el goleador del campeón con 17 goles. La consagración puso final a una etapa de oro en la historia azulgrana, el mágico período 68-74.