San Lorenzo jugó a no perder

En el medio de la llave por Libertadores, San Lorenzo se enfrentó a Banfield en el Sur, con una línea de cinco defensores y una rotación total. Con un performance bajo, igualó 0 a 0 y suma cinco puntos en cinco fechas de la Copa de la Liga Profesional.

Con sus tres centrales fijo, con Gattoni como libero, los laterales a la altura de la mitad del campo, Rosané marcando como volante central, la movilidad y desequilibrio de los pies de los Romero y el aguante del Tanque arriba, comenzó el conjunto de Dabove, plantado y concentrado, bajó las órdenes desde el fondo de su nuevo capitán, Diego Braghieri.

En cinco minutos el visitante encontró dos tiros de su diez: uno de afuera del área, que pasó cerca del palo derecho de Arboleda, y el segundo desde izquierda al medio, sin mucha potencia. El Taladro no encontró juego por el medio y buscó mediante centros en 10 minutos, pero sin inquietar a Monetti.

Sin muchas emociones, el Taladro manejó el ritmo y el dominio de la pelota, pero lejos del área defensiva de los de Boedo. Mientras los de Dabove sorprendieron, con un buen control y una volea potente de Rosané desde la medialuna, cercano a la media hora del partido.

Discontinuo los azulgrana, por momentos muy atrás, sin poder conectar las líneas. Ángel bailó arriba de la pelota en distintas oportunidades, pero siempre sobre la línea derecha y sin compañeros en su radar; sus individualidades terminaron con falta o pelota perdida. Los primeros 45 fueron muy estudiados, sin que rompan el molde. Ni uno ni el otro.

Con un cambio desde el arranque – Elias por Rodríguez –, la segunda mitad comenzó con más intensidad. El local trató de imponer lo que lo llevó a la final de la edición pasada y el Ciclón puso la pierna fuerte en cada dividida, buscando espacios para contraatacar. Y así se generó el peligro: recuperó en campo propio, una corrida de Ángel, abrió para la escalada de Pittón, centro atrás que aguantó Díaz y se la dejó servida a Óscar, que con derecha no pudo vencer el guante de Arboleda. Minutos después, en una jugada similar, una pirueta de Díaz, pasó cerca del ángulo.

Sin perder el equilibrio defensivo, el Ciclón quedó muy replegado y los contraataques quedaron muy lejos. Incluso los hermanos Romero se repartieron uno por cada banda y no armaron sociedades.

Los últimos minutos, San Lorenzo pareció despertar, con tres cambios (Sabella, Peralta Bauer y Troyanski) y buscó más arriba, presionar, morder y ahogar a conjunto del Sur. Pobló el área del conjunto vestido de blanco, pero no logró claridad.