Ratón de oro
El 20 de octubre de 1968, en un partido que San Lorenzo empatò con Independiente Rivadavia de Mendoza por el Torneo Nacional, debutaba en la primera azulgrana Rubèn Ayala, veloz delantero estrella de la temporada bicampeona del 72. Su historia.
Hace 50 años en un discreto partido jugado en Avenida La Plata, el técnico brasilero Elba De Pádua Lima, mas conocido como Tim dispuso el ingreso de una joven figura formada en inferiores y que venìa pidiendo pista. El “ratòn” Rubèn Ayala ingresò esa tarde por Abraham Amado, tratando de torcer el destino de un partido ante la lepra mendocina que no pasò del empate en un gol, ante el desaire del público local que no entendía como “los matadores” habían bajado tanto el rendimiento en el torneo Nacional.
Ayala con sus frescos 18 años había tenido ya un preestreno en un amistoso ante Nacional en Montevideo en el mes de mayo, con la fortuna de convertir el único gol del triunfo azulgrana en el mìtico Centenario. Un año después convirtió su primer gol oficial por liga argentina en un partido ante Gimnasia en el bosque. Sin embargo, no fue hasta 1970 donde su rostro comenzó a volverse màs frecuente en el primer equipo. Y con èl crecieron sus cabellos y su bigote caracterìstico.
Con el “lobo” Fischer formò una dupla demoledora, interrumpida solo con la venta del misionero a Brasil en el 72. El pícaro Toto Lorenzo lo posicionò como el referente principal de ataque y allì supo explotar todas sus virtudes, con esas corridas y esos goles explosivos, como aquel ante el globo en el milagroso empate del metro. Ayala se convirtió entonces en la irremplazable carta de gol del bicampeón, con 22 goles en dicha temporada triunfal.
Sus proezas despertaron pronto el interés del fútbol europeo y fue el Atlètico de Madrid quien se lo llevò en el receso de la temporada del 73 junto al baluarte defensivo que era el “cacho” Heredia. Para completar el combo el colchonero se llevò al panadero Dìaz y al “toto” Lorenzo nada menos. Ayala no tardò mucho en convertirse en ídolo de la afición, ganando con el club la copa intercontinental 75, la liga 76/77 y una copa del rey.
La carrera de Ayala prosiguió luego en Mèxico, donde finalmente se retirò del fútbol y se radicò. Con la Selecciòn jugò el Mundial de Alemania 74 y fue tan famoso en su tiempo que hasta hizo una recordada publicidad de calzado deportivo, con su voz finita “En Europa no se consiguen”.