Un demonio negro letal
Un 31 de octubre de 1993 San Lorenzo recibió a Argentinos Juniors en Parque Patricios ganando en un partido vibrante por 5 a 3, con 3 goles del delantero hondureño Eduardo Bennett, de sorpresiva contratación pero de eficacia oportuna.
San Lorenzo se preparaba por aquel tiempo para inaugurar pronto su nuevo estadio, luego de 14 años de peregrinaje. De tal forma jugaba sus últimos partidos como inquilino en Parque Patricios, cuando recibió al “bicho” en partido matutino. Los madrugadores que vieron aquel encuentro se sorprendieron con una lluvia de goles y con un goleador impensado.
Eduardo Bennett era un fornido atacante de gran despliegue físico, que llegó de forma llamativa de su Honduras natal para jugar en Boedo. A pesar de las burlas iniciales por sus movimientos y pifias, el moreno se ganó pronto a la hinchada con sus goles. Había debutado ingresando fechas atrás en un partido ante Español, convirtiendo dos fechas después su primer gol ante Mandiyú en una victoria por la mínima.
La explosión definitiva del "Balín" (tal el apodo con el que enseguida se lo conoció) se produjo esa mañana ante Argentinos. El ciclón formó con Passet; Arévalo, Simionato, Lorenzo y Galeazzi; Monserrat, Cardinal, Netto, Gorosito; Biaggio y Bennett (luego Roberto García). Esa mañana el oportunismo de Bennett compensó a la “horrible” línea de cuatro defensiva que presentó San Lorenzo para jugar, ante las ausencias de Zandoná y Escudero.
A los 24 minutos Netto abrió la cuenta para el Ciclón, pero sobre el final de la etapa inicial empató Ortega Sánchez de penal para el bicho. El segundo tiempo fue una inesperada lluvia de goles. A los 6 minutos el Pampa Biaggio puso el 2 a 1 y cinco después empezó el show de Bennett, que apareado por un defensor definió ante el colombiano Mondragón. Argentinos volvió a descontar a los 15 por medio de Cedrés, aunque el "Balín" con poca ortodoxia pero con fibra anotó dos goles sucesivos a los 30 y 32. Hubo tiempo para otro descuento visitante pero el partido terminó 5 a 3.
No fue la única tripleta del "moreno" aquel año, ya que también señaló igual cantidad de tantos a Gimnasia y Tiro en Salta a finales de ese año, en que con 8 goles fue el más efectivo del conjunto azulgrana. El moreno extendió su campaña en el club hasta 1995, integrando aunque con escasa participación el conjunto campeón del Torneo Clausura. Como paradojas del fútbol, años después jugó en Argentinos en el ascenso, señalando 23 goles para la campaña campeona de los bichos, pagando los "pecados" de los tres goles de esa mañana.