El objetivo ya está cumplido

San Lorenzo mantiene la ilusión de clasificar a la Copa Sudamericana del año que viene, pero pase lo que pase, de la mano de Insua el equipo alcanzó la meta que se propuso para este semestre.

Insua le dio sentido de pertenencia a San Lorenzo. Foto: @SanLorenzo

Insua le dio sentido de pertenencia a San Lorenzo. Foto: @SanLorenzo

San Lorenzo llegó a la última fecha del campeonato local con chances numéricas de meterse en la Copa Sudamericana de 2023. Debe ganar y depender de otros resultados, es cierto, pero que exista esta posibilidad concreta a esta altura es todo un mérito, teniendo en cuenta el punto de partida en el torneo. Sin embargo, pase lo que pase el fin de semana próximo, la meta para el Ciclón de Ruben Darío Insua ya puede darse por alcanzada.

No será un fracaso ni un desperdicio del semestre si el equipo de Boedo no logra meterse en la contienda internacional del año próximo. Muy lejos de eso. Por el contrario, puede asegurarse sin ningún tipo de exageración que el objetivo está cumplido por este San Lorenzo que transitó una segunda parte del 2022 en constante evolución.

El Gallego vino para reordenar a un plantel que tenía metida la cabeza bajo tierra hacía muchísimo tiempo. Y no podía asomar ni la nariz. Básicamente porque sus jugadores tenían la autoestima por el piso o más abajo. De hecho, existieron varios casos de futbolistas -algunos pibes- que no soportaron la presión y acusaron síntomas de bajón (depresión es una palabra fuerte) que debieron ser atendidos por psicólogos. Otros optaron por una salida del club para encontrar calma.

San Lorenzo era caótico en su fútbol. Insua lo restauró. Le dio un orden interno. Al vestuario. Al juego. Comenzó de atrás hacia adelante. De menor a mayor. Se ocupó de devolverle la confianza al grupo. De hacerlo sentir nuevamente competitivo, seguro. Hizo un equipo con una defensa fuerte a partir de los cinco defensores, innegociables. Y desde allí, creció.

Cortó la hemorragia de puntos. Empezó a recolectar de a poco. Empató mucho, es verdad. Pero el Ciclón estaba acostumbrado a perder; ahora se acostumbró a no perder y siempre sumar. También ganó. Y ganó cruces vitales: Boca, Huracán, Racing en el Cilindro, Gimnasia en La Plata...

Revitalizó jugadores que podrían haber estado tranquilamente de salida como Nahuel Barrios, Adam Bareiro, Jalil Elias. Inventó a Malcom Braida como carrilero izquierdo y está rindiendo en un nivel alto (hizo un doblete ante Sarmiento en Junín). Se la jugó por Augusto Batalla en el arco, relegando al ídolo Sebastián Torrico al banco. Y el ex River demuestra estar a la altura con salvadas importantes.

Todos le responden a Insua dentro del campo. Consiguió darle forma a un equipo que deambulada desalmado en el pasto. Hoy, San Lorenzo tiene sangre y es un rival (muy) jodido para cualquiera. Le generan pocas chances de peligro. Y de contraataque tiene una gran eficacia. Le falta, claro, dar el paso para asumir el protagonismo cuando se mide ante adversarios de similares intenciones a la suya.

Pero, con lo que tiene, encontró una piel que habita con comodidad y seguridad. A todo esto, se hace imposible no mencionar que en el medio perdió a uno de los mejores del plantel por la venta de Nicolás Fernández Mercau al Elche. Es decir, con menos de lo que tenía cuando comenzó la competencia, el DT hizo más.

Y la razón es sencilla: su plan va más allá de los nombres propios y se enfoca en fortalecer la estructura global. En este semestre de transición se propuso formar un equipo. Y lo hizo. Se propuso potenciar jugadores. Y lo hizo. Se propuso darle rodaje a los juveniles que piden pista para que el año que viene ya estén más asentados en Primera. Y lo hizo: Agustín Giay, Gastón Hernández, la capitanía de Federico Gattoni con menos de 25 años, Iván Leguizamón, Franco Perruzzi... Y ya tiene otros en vista de la Reserva para hacerlos dar el salto cuando crea conveniente, cuando los vea preparados; no por necesidad y urgencia.

Insúa asumió con los hinchas mirando con temor la tabla del promedio del año que viene. Y termina el año con los hinchas mirando la tabla de clasificación a las Copas. Todo lo que dijo cuando agarró al equipo se fue cumpliendo. No, no hizo magia ni vaticinó el futuro; simplemente tenía un proyecto que ejecutó y lo sigue haciendo al pie de la letra. ¿Con algunos tropiezos? Por supuesto, no deja de ser esto fútbol y el fútbol tiene su cuota grande de imponderables.

No debiera existir reproche alguno de no darse el pasaje a la Sudamericana. Al revés, debería haber aplausos de reconocimiento a un equipo que recuperó el fuego sagrado. No, no es conformismo. Tampoco se trata de mandamientos de equipos grandes o equipos chicos. Aquel que no entienda esto no está situado adecuadamente en tiempo y espacio. El contexto juega y a este San Lorenzo le estaba jugando en contra.

Eso sí, como el propio técnico se encarga de remarcar en cada declaración, el año próximo sí será tiempo de cosechar toda esta siembra para ir en la búsqueda de un título, o al menos intentarlo en alguna de las competencias que se disputen. Y ahí sí, llegará el momento de exigir más. Por ahora, Insua ya cumplió.

Por @LanzillottaOk

Mundo Azulgrana

@mundoazulgrana

Sitio web y programa de radio dedicado al Club Atlético San Lorenzo de Almagro

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