Goleada con valor doble

Tensa fue aquella calurosa jornada de diciembre que definía las posiciones de los clasificados a las semifinales del Nacional. Asegurado Central como primero de la zona B, solo bastaba saber quien iba a ser el segundo de aquella sección que igualaban San Lorenzo y Boca con 18 puntos, aunque los azulgranas tenían mayor diferencia de gol.

San Lorenzo visitaba a Colón en Santa Fe y Boca jugaba como local con el buen equipo de Vélez, subcampeón del Metropolitano. Los santos tenían +15 de diferencia en goles y los xeneixes +12 y un sinnúmero de especulaciones corrían sobre quien se iba a alzar con el segundo puesto.

El Ciclón dirigido por Rogelio Domínguez se presentó en tierra sabalera con Irusta; Glaría, Rezza, Heredia y Rosl; Telch, Espósito, García Ameijenda (ST 23m Ayala); Scotta, Fischer y Chazarreta. Fischer a los 5 minutos tras pase de Espósito y Scotta a los 39 al fusilar a Constantino pusieron el 2 a 0 de una tarde que parecía tranquila, ya que Boca ganaba sólo 1 a 0.

Sin embargo Colón en el segundo tiempo descontó a los 19 minutos, a la vez que Boca convertía 3 goles en 5 minutos que dejaban igualada la diferencia de gol entre los dos clásicos rivales. San Lorenzo seguía contando con más goles a favor pero la intranquilidad volaba por los dos estadios. Scotta un minuto después colocó el 3 a 1 que daba algo de respiro.

Otra vez Boca logró un tanto a los 34 minutos colocando el 5 a 0 sobre Vélez. Para acallar cualquier duda y desahogar al pueblo santo, Fischer a los 45 y con tiro bajo selló el 4 a 1 final y la clasificación a las semifinales donde San Lorenzo enfrentaría luego a Independiente en un legendario partido ganado por penales que otro día narraremos... Boca se quedó con las ganas.