Acá está el delantero de jerarquía

Setenta y siete minutos debieron pasar, en el amistoso entre San Lorenzo y Peñarol, para que se abriera el marcador. Ninguno de los dos equipos jugaba bien. Pocas oportunidades de gol. Pocas jugadas colectivas. Un partido, se podría decir, bastante aburrido. Hasta que algo cambió. Minuto 31 del segundo tiempo; sale Merlini, entra Barrios; acompaña al Mago, Cerutti, que deja la cancha para que ingrese Gudiño; Belluschi choca manos con Botta y sale del campo. Por último, Blandi se dispone a dejar de jugar para cederle el lugar a Reniero. Quizá lo pensará dos veces la próxima vez.

Sesenta segundos despúes: pase de Gudiño, la para Reniero, amaga, queda solo y la manda donde Kevin Dawson, arquero de los Carboneros, no pudo llegar. 1-0 gana San Lorenzo. Ocho minutos después, Botta la abre a la izquierda, el Perrito Barrios levanta la cabeza y, con un centro raso, la mete en el área. La redonda le queda a Gudiño, que se encarga de rematar fuerte y en dirección al ángulo izquierdo del guardamentas. La historia no termina acá. Roja para Ramón Arias, que se calentó y le fue fuerte desde atrás a Botta, y a las duchas. Peñarol queda con 10. Igual, la historia ya está sellada. Y para demostrarlo, Reniero vuelve a mojar. Esta vez de cabeza, para mostrar que tiene recursos, tras un tiro libre muy bien ejecutado por Castro, teledirigido hacia la testa del pibe de Chajarí.

Lammens prometió un delantero de jerarquía. Y lo trajo. Acá está. Siempre estuvo. Pero se había ido un tiempito a reventar redes en otro equipo, 15 tantos con la casaca de Almagro. Ojalá que estos dos que metió hoy, y el otro en el amistoso contra Godoy Cruz, sean la antesala de lo que está por venir. Goles, goles y más goles, de la mano de Nico Reniero.