El Papa se jugó por un resultado en el clásico

Matías Noval estaba detrás de las vallas y se animó a preguntarle al Sumo Pontífice cuanto salía el clásico entre San Lorenzo y Boca, el Papa abrió las manos y dijo: "Ganamos seguro", luego besó a un bebé, bendijo a las personas que estaban asllí y volvió con el hincha del Ciclón: "A los Cuervos les gusta la pizza", rió.

Cuando el auto que lo transportaba se estaba alejando, Matías le tiró la casaca de Boedo para que el Papa Francisco siga coleccionando camisetas del Ciclón. Sin dudas el Sumo Pontífice ya bendijo a San Lorenzo para que el Ciclón siga estirando la paternidad ante el Xeneize.