¿Las banderas o la gente?

Polémica por la excesiva colocación en los alambrados cuando el Ciclón juega de visitante, obstruyendo la visión de muchos hinchas que no pueden ver todo el campo de juego.

La gente haciendo un gran esfuerzo para ver el partido ante el Rojo (Foto cuervitodemerlo)

La gente haciendo un gran esfuerzo para ver el partido ante el Rojo (Foto cuervitodemerlo)

Antes de empezar a escribir, aclaro que soy amante incondicional del fútbol argentino, de sus costumbres y su folklore. Me emocionan las banderas, los telones, el color de la hinchada. Crecí con La Gloriosa inventando los mejores temas de la historia de nuestro fútbol, al punto de ser nombrada como la más ingeniosa de todas.

 

Desde hace un tiempo diviso que en nombre de ese folklore se hacen cosas que nos son tan inobjetables como las que nombré anteriormente. 

 

Seguramente generará polémica, pero leyendo los Foros y escuchando reclamos de muchos cuervos en las canchas lo voy a decir, aún al costo de ser declarado anti hincha y demás calificativos.

 

Creo que llegó el momento de regular la colocación de banderas en los alambrados cuando juega el Ciclón de visitante. Hay canchas en las que poner banderas significa que automáticamente no se vea el 30 por ciento del campo de juego. 

 

Hay canchas en las que la colocación de banderas significa que una parte muy importante de la tribuna quede vacía, con el perjuicio al mismo folklore al que se alude para colocar banderas. ¿A quién le gusta que se vea una tribuna semivacía del Ciclón? Y si eso se debe a que la gente esta hacinada en otro sector, es aún más complicado. 

 

Ejemplos como las canchas de Newells, Arsenal, Independiente, el codo que nos da Gimnasia, son mas que elocuentes de lo que escribo. Yo se que van a decir que las banderas representan a los pibes que van a todos lados, y comparto, pero el pueblo azulgrana es mucho mas amplio que los que llevan banderas.

 

Se debería pensar en encontrar un equilibrio entre las banderas y no cortarle la visión a la gente. Las banderas deben estar, pero hasta un límite, debe haber un acuerdo de convivencia entre los hinchas, un acuerdo de respeto.

 

El límite de las banderas no debe ser la altura máxima del alambrado, el límite debe ser el sentido común. Al ritmo que vamos, en cualquier momento iremos de visitantes a ver banderas, estando aislados de lo que sucede en la cancha, que últimamente no es demasiado. 

 

Estos equipos de San Lorenzo con poco compromiso, como los que padecemos en los últimos tiempos, necesitan aliento. Una hinchada aislada es difícil que lo haga y que incida en los resultados.

 

Yo se que San Lorenzo es su gente, que debe haber fiesta en la tribunas y que estas deben tener color con las banderas. 

 

Pero apelo al criterio de la gente y aspiro a que la mejor hinchada del mundo pueda generar un pacto de convivencia para que todos podamos disfrutar de los partidos de nuestro querido Ciclón. A veces correr un poco una bandera sirve para levantar otras.

Alejandro Macció

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Staff: Cobertura Social y Cultural Profesión: Periodista (Cs. de la Comunicación, UBA)

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