Otra derrota que ya preocupa

El Ciclón empezó ganando a los cinco minutos, con una veloz corrida de Héctor Villalba y una gran definición de Mauro Matos. Los locales se adelantaron en el marcador, pero nunca pudieron demostrarlo en el juego. De hecho River, con un golazo de Leonardo Pisculichi, igualó seis minutos después.

San Lorenzo se mostró incómodo en el primer tiempo, y desde temprano empezó a sufrir alteraciones en su once inicial. A los 25 minutos tuvo que retirarse por una molestia Gonzalo Verón, quien fue reemplazado por Juan Cavallaro. El santafesino entró bien, pero no alcanzó.

River, mucho más rápido, mejor dotado físicamente para los 90 minutos, ganó el campo de juego y si bien el entretiempo llegó con empate, los de Marcelo Gallardo habían dejado una mejor imagen. El Ciclón debía ajustar y cambiar si quería ganar un clásico clave.

La segunda mitad empezó mejor para los de Edgardo Bauza, a pesar de que a los tres minutos Mauro Matos, su goleador, tuvo que abandonar la cancha por lesión. Ingresó Martín Cauteruccio, y San Lorenzo amenazaba a un River más estático.

Cuando parecía que los campeones de América despertaban, el campeón local aprovechó a un San Lorenzo mal parado y de contra golpe convirtió el segundo tanto por parte de Teo Gutiérrez. Ahí el partido pareció definido, dado que el Ciclón no volvió a mostrar esa iniciativa atrevida que tuvo los primeros minutos de la segunda mitad.

La derrota parcial, y el desconcierto táctico del equipo, provocó enojos que terminaron en expulsiones. Primero fue Juan Mercier, que le propinó unas palabras que a Germán Delfino le parecieron para tarjeta roja. Inmediatamente, Boyé amplió de cabeza.

River, más dominador aún, generó nerviosismo en San Lorenzo. Mauro Cetto, de flojo partido, también se enojó con el árbitro, que hizo lo mismo que con el Pichi. El Ciclón quedaba con 9 pero este equipo, que nada tiene que ver con el campeón de América, estaba muy lejos de un 8M.

El Ciclón volvió a perder. Otro clásico, y nuevamente con River. Se alejó mucho de la punta y matemáticamente parece difícil ilusionarse, pero más complicado es si analizar el rendimiento del equipo, que no se impone desde el 13 de agosto.