Un nuevo empate

Los Gladiadores de Trama no están pasando por una buena racha en estos tiempos (llevan cinco jornadas sin triunfos, con cuatro empates y una caída). Al conjunto de resultados alejados de la victoria se le suma jugadores importantes lesionados (Leo Gimenez, Mono Gramuglia, Mariano Quintairos, Pollo Guariniello, Lucas Minutella) y eso termina pasando factura.
 
No obstante, Trama de esto sabe bastante y en la noche del domingo frente a un duro equipo como Kimberley se las arregló bastante bien. De hecho, se puede decir que su conjunto realizó el mejor partido de los últimos cinco en base a mucho sacrificio y a dosis de juego. Terminó igualando 4 a 4 pero lo podría haber ganado ya que llegó a estar 4 a 2 arriba faltando poco.

Claro que para llegar al resultado final corrió agua bajo el puente. El comienzo mostró a un cuarteto azulgrana compuesto por Stazzone, Mouras, Tamborelli y Matos (más Mitelli al arco) que fue inteligente y supo explotar las falencias de Kimberley. ¿Cómo? Con buenas rotaciones y precisión en los pases. Así, pudo establecer el 1 a 0 gracias a un remate de Chicho Mouras (la figura de la noche). Acto seguido, una gran combinación entre Matos (de excelente nivel) y Chicho le dio la posibilidad al ex Alvear de colocar el 2 a 0 para el Ciclón.

Kimberley solo atinó a descontar porque su rival salió mal en una salida desde el fondo. Contó con dos chances claras aunque no mostró demasiada ambición para llevarse los tres puntos. Encima, tuvo que ver como el muro Damián Stazzone de penal marcó el 3 a 1 con el que el primer acto se fue.

La etapa complementaria empezó con el local estrellando dos bolas en los palos. Era obvio que con semejante marcador tenía que ir al frente y así lo hizo. San Lorenzo se resguardó un poco, se quedó y sufrió el descuento. Pero a los pocos instantes, Mouras, con velocidad, robó una bola y se la cedió a Abdala. Tomá y hacelo le dijo Chicho y Magia no defraudó. 4 a 2 se ponía la cuestión.

No iba a durar mucho el tanteador: el celeste fue al frente y gracias a un cuervo maniatado por cinco faltas, aprovechó una infracción más para patear el tiro libre directo y sin barrera. Con precisión, lo canjeó por gol y la noche, sin dudas, se puso muy caliente.
 
Los fallos de los jueces, de actuación bastante regular, ayudaron a que el clima tomara temperatura. Si bien no se puede decir que fueron determinantes en el resultado, sus decisiones dejaron bastante que desear.

En medio de las polémicas determinaciones de los hombres de negro, el partido se siguió jugando y sacando usufructo de que el de Boedo se encontraba en penalización debido a sus faltas, Kimberley tomó el balón y en un avance encontró la igualdad por intermedio de un disparo certero de su arquero, a escasos momentos del final.
 
No hubo tiempo para mucho más. Trama introdujo a Matos como arquero jugador pero fue en vano: el tiempo, y la chicharra, dijeron que el pleito era historia y el 4 a 4 una simple realidad.