Un regreso especial

El destino no quiso que Sebastián Torrico cumpla el centenar de partidos ante Argentinos. Había llegado a La Paternal y mientras se preparaba para jugar, se le vino encima toda la carga emocional de la lucha de su hijo por seguir viviendo. El Cóndor de esta manera abandonó el vestuario y se fue al sanatorio donde estaba Justino y su familia.

En la madrugada del lunes el corazón de su hijo se detuvo y los de los Torrico estallaron de tristeza. El golpe fue tan duro que todo el mundo futbolístico le mandó un abrazo a la distancia para acompañarlos en el dolor. El mismo martes el Cóndor se hizo presente en Ciudad Deportiva pero no viajo a Santa Fe para estar ante Rafaela y sí lo hará hoy ante Banfield en el estadio del Ciclón.

Torrico que llegó por la puerta chica en 2012 y se irá por la grande cuando se retire, cumplirá su partido número 100 en el Pedro Bidegain, aquel escenario donde tuvo por primera vez en sus manos la Copa Libertadores de América y donde supo tener actuaciones formidables. Hoy al Cóndor se lo aplaude fuerte.