Merlini, del nutricionista al mago azulgrana
La increible historia de Bautista Merlini: A los 15 años tuvo su primera pretemporada con la primera y lo mandaron al nutricionista por su físico. Hoy es pieza clave en el San Lorenzo de Aguirre.
Con una nueva dosis de confianza de Diego Aguirre, ante Sarmiento Merlini contribuyó por donde se lo indicara su instinto: participativo, pidió siempre la pelota, soportó infracciones y provocó desequilibrio en la línea defensiva de Sarmiento. El Mago venía de marcar dos tantos en la derrota ante Tigre (en uno tras resolver con una emboquillada exquisita) y se transformó en valor en un medio campo que por lesiones o suspensiones no termina de consolidarse en 2017.
A los cuatro años, Merlini ya recorría las escuelitas de fútbol infantiles de la mano de su madre. Fue dando pasos sólidos y progresivos. De entrada, se inclinaron por Platense. El 21 de noviembre de 2012 -a los 17 años, con una estructura física más sólida y con Espina de DT-, tuvo su estreno de manera oficial en la victoria del Calamar 1-0 frente a Liniers (pegó un zurdazo en el palo), por la Copa Argentina. Por esas horas, otro sueño giraba por su cabeza: a los tres días, el sábado 24 de noviembre, tenía una final con sus amigos de la sexta división, en un torneo juvenil amateur de la AFA. Lo dejó en claro una vez que la prensa lo abordó tras el cruce con Liniers: "Tenemos una gran chance para ser campeones" expresaba con timidez. Merlini marcó uno de los tantos en la victoria 3-0 frente a Comunicaciones. "Ama el fútbol. Y siempre fue muy estudioso, su nivel intelectual es diferente a la media de este deporte. Se adapta bien a cualquiera de los puestos por detrás de los delanteros. Propone duelos y los gana", explica Espina.
Merlini, 1,69 metro, no derrocha talento pero nunca le escapa a los cruces. A los 15 años realizó su primera pretemporada con el plantel de primera de Platense. "No le importaba nada, iba al choque, se metía entre todos los grandotes. Sus compañeros se daban cuenta, pintaba muy bien", agrega Espina.
El Mago arribó a Boedo en 2013 y en 2015 se consagró campeón con la reserva; hábil con velocidad, ayer se movió tanto por la derecha como por la izquierda. En el segundo tiempo contó con la complicidad de dos históricos y se acopló en el regreso del tándem Ortigoza-Mercier, esa pequeña sociedad que se conoce desde el 2010, campeones en Argentinos. Los experimentados volantes fueron factores determinantes para decantar el triunfo del lado azulgrana.
"A Merlini, Aguirre lo lleva de a poco y bien", destaca Espina. El cuello de botella aparece de nuevo para San Lorenzo: el miércoles tendrá otra parada brava en Santiago de Chile, frente a Universidad Católica. Puede ser el último tren que pase en la Copa Libertadores. Con una zona media en 2016 elogiada y hoy inconsistente, el entrenador encontró en Merlini una carta interesante para el corto plazo.
Fuente: La Nación Deportiva