Flojo nivel en un empate que sirve

La tan ansiada Copa volvió para San Lorenzo, que llegó tambaleando pero lo hecho hasta ahí quedaba en la página de atrás. Los partidos de 180 minutos son distintos y Dabove lo jugó así: se llevó un empate al Bidegain, con gol de Di Santo y quedó mejor posicionado en la serie.

La primera impresión del equipo titular sorprende, con muchos cambios: volvió Julián Palacios, Gordillo solo como único volante central, volvió Elias y Melano, y los hermanos Romero esperarán en el banco de suplentes. Devecchi; Herrera, Donatti, Braghieri, Rojas; Palacios, Gordillo, Elias, Ramírez; Melano y Di Santo, eligió el DT.

Sin intención de controlar la posición, pero sí con hambre, el Ciclón salió a presionar alto, allá arriba, dónde pareció más costarle al equipo chileno. En 10 minutos, un remate sin compromiso de Ramírez desde afuera del área, un cabezazo desde la medialuna de Di Santo y una cruzada de Herrera, apresuró el Ciclón.

En media hora de juego, Devecchi no participó. Lejos de su arco, se desarrolló el partido en la noche de Santiago, donde el equipo local tampoco pasa un buen momento futbolístico. Como auxilios del último refuerzo del conjunto de Boedo, cumplen funciones defensivas Palacios y Elías aunque el desgaste comienzó desde los de arriba, entre Di Santo y Melano.

La primera mitad se consumió con pocas ideas de peligro, desde ambos equipos. El final se trabó en el mediocampo, con varias interrupciones.

Sin modificaciones salió San Lorenzo a la segunda mitad, con la misma idea de correr y presionar arriba. Y sin ideas desde los pies, en un córner encontró la primera situación de gol. Donatti anticipó e impulsó con la cabeza, que salió por al lado del palo izquierdo de De Paul.

Cómodo con el partido el Ciclón, recibió un aviso de la U, que hicieron temblar el palo, luego de conectar una jugada por izquierda y rematar al primer palo. Y un avisó que se transformó en un dolor de cabeza: primero, por lesión se tuvo que retirar Yeison Gordillo, quién le dejó el lugar a Diego Rodríguez; posteriormente, en una pelota dividida, Braghieri fue con los tapones de puntas y el árbitro tras ver un corte en la pierna del rival, le mostró la cartulina roja al segundo central azulgrana, en 60 minutos.

El tiempo se convirtió en un reloj de arena, que pesó y pareció pasar lento. Con un hombre menos, las líneas que se distanciaron entre sí, tratando de ocupar un espacio vacío. Y desde un córner, dónde menos parecía que lo podían sorprender, lo sorprendieron: 76’ y Henríquez se anticipó a todos y la clavó al segundo palo de Devecchi.

Aturdido, en un tiro libre en campo rival, el Ciclón mandó poca gente a recibir. Pero recién ingresado, con ganas Gattoni anticipó el centro de Rojas, quién muy bien controló Di Santo y la colocó a un costado de De Paul, dos minutos después. 1 a 1, con gol de visitante el gusto es distinto.

Desprolijo, todos por todos lados, terminó el partido. El conjunto azulgrana pudo haber aprovechado alguna contra de los pies de Ángel, que entró los últimos 12 minutos. Se define en Argentina, con un San Lorenzo que terminó con un resultado que es esperanzador.