San Lorenzo empató con Estudiantes, pero mereció más y cambió silbidos por aplausos

El Ciclón de Ruben Darío Insua sigue sin ganar en el año. Esta vez igualó 1-1 con el Pincha en el Nuevo Gasómetro. Los cambios en el complemento levantaron el nivel y casi lo gana. ¡Mirá!

El pibe Medina debutó como titular.

El pibe Medina debutó como titular.

San Lorenzo no ganó. Pero esta vez no hubo reproches. Y hasta el equipo de Ruben Darío Insua se fue aplaudido pese al 1-1 con Estudiantes en el Nuevo Gasómetro. ¿Por qué? Después de un mal primer tiempo, se revitalizó con los cambios en el complemento, el Gallego puso ¡triple 9!, lo igualó y generó varias para ganarlo, pero no pudo volver a convertir. De los silbidos en el entretiempo pasó al reconocimiento en el final. Así, sí.

Seis cambios metió el técnico para tratar de enderezar este inicio esquivo de año. Y tácticamente volvió a las bases: volvió al esquema 5-2-3 con el que consiguió un buen funcionamiento en su momentos. Así, con el debut desde el arranque del pibe Tobías Medina por al derecha y con el regreso de Nahuel Barrios por la izquierda, Adam Bareiro se ubicó como faro de área. Y el local fue el que salió a imponer condiciones en la soleada tarde del Bajo Flores.

Sin embargo, en la primera que Estudiantes pasó la mitad de la cancha, Javier Correa le pegó cruzado, el Chila Gómez no pudo llegar y produjo un golpe duro de entrada para todo el estadio con ese 1-0 sorpresivo.

Para colmo, en la siguiente jugada el Chila Gómez debió estirarse para taparle el segundo a Correa. El VAR chequeó en esa jugada un posible penal por una supuesta mano de Gastón Hernández, pero finalmente no llamaron al árbitro Facundo Tello.

Acusó el porrazo, el dueño de casa. Pero, así y todo, buscó reaccionar. Con el impulso de los más jóvenes, fue para adelante. Sin orden. Sin ideas. A los ponchazos, pero con ganas. Difícil fue llegar a generar algo de peligro de cara al arco del Pincha. Y la visita cada vez que se acercaba hacía temblar al Chila.

El Gallego no esperó y no anduvo con vueltas: mandó al campo para el segundo tiempo al recién llegado Diego Herazo. El flamante refuerzo colombiano arribó un día antes, se hizo la revisión, firmó contrato por tres años, fue habilitado y se sumó a la concentración. Y el DT lo hizo debutar en el comienzo de la segunda parte por el pibe Medina. En cinco minutos tuvo un par de cabezazos sin fuerza y levantó a la gente.

Con su ingreso se formó el doble nueve con Adam Bareiro, quien tuvo el empate con un derechazo sin buena dirección. Barrios pas de la banda izquierda al puesto de enganche. San Lorenzo cambió el semblante y mostró mayor agresividad para llevarse adelante a Estudiantes. No conforme, Insua mandó a Cristian Tarragona al campo por Francisco Perruzzi: ¡tripe nueve!

Un centro desde la derecha de Agustín Giay fue conectado de cabeza por Bareiro, que de emboquillada la mandó al fondo de la red. El 1-1 era merecido a esa altura porque el local inclinó la cancha con actitud y verticalidad.

El problema era que de contraataque, la visita podía lastimar. De hecho, casi convierte Mauro Méndez en una situación inigualable que no pudo aprovechar frente a Gómez. Igualmente, sacando esa jugada puntual, a los de La Plata les costó en la etapa final cruzar la mitad de la cancha.

Y San Lorenzo, en contrapartida, demostró su mejor versión en lo que va del año. Malcom Braida encaró de la izquierda al centro, dejó a un rival en el camino y remató cruzado. Nadie llegó a desviar esa pelota que se perdió por la línea de fondo. Clarita. Herazo probó desde lejos y pasó cerca. Y en la siguiente clavó un cabezazo en el palo. A esa altura, el elenco de Boedo era merecedor del triunfo. Pero los goles hay que hacerlos.

Y el Ciclón no los hizo y por eso se quedó en la puerta del triunfo. Esta vez con la sensación de que, al menos, jugando así tendrá más chances de levantarse.

Por @LanzillottaOk

Mundo Azulgrana

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Sitio web y programa de radio dedicado al Club Atlético San Lorenzo de Almagro

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